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Es una barbaridad lo que hicieron los senadores manejados por Fernando Lugo, Mario Abdo Benítez y Efraín Alegre, al aprobar el subsidio de las deudas vencidas de los campesinos, en claro contubernio con los presuntos líderes Luis Aguayo y Elvio Benítez.
ASUNCIÓN.- Aguayo y Benítez nada tienen que ver con las verdaderas necesidades de los compatriotas del campo, quienes luchan por una vida más digna para ellos y sus familias. Estos seudos dirigentes solamente buscan posicionarse ante la ciudadanía como los supuestos “salvadores” de la Patria, y lo que realmente hacen es negociar con las necesidades reales de sus compatriotas, a los que manipulan en base a engaños o medias verdades.
Claro que si no tuvieran cómplices en las altas esferas no podrían hacer más que lo que han venido haciendo durante años, provocar incidentes con la Policía y la ciudadanía, que es, finalmente, la más perjudicada por estas movilizaciones que consiguen que la capital se detenga ante la imposibilidad de transitar por sus calles.
Pero, lamentablemente, estos saqueadores de las arcas del Estado ahora tienen cómplices, y estos son tan sinvergüenzas como ellos, pero con mucho más poder. Así que de manera absolutamente irracional consiguieron que un absurdo proyecto que pretende subsidiar la deuda de los campesinos, por 156 millones de dólares fuera aprobado por una mayoría de senadores venales y peligrosos.
Peligrosos porque su aversión al gobierno ha alcanzado ya límites inimaginables, y demuestran una absoluta indiferencia ante la posibilidad de hacer que el país quiebre a causa de su obsesión por perjudicar al presidente Horacio Cartes.
Ellos saben que el Estado no tiene fondos para solventar las deudas impagas de los campesinos por tan alto importe. Saben también que si esta ley sale y el gobierno empeña al país para hacer estos pagos, conseguirá un efecto dominó ya que, de golpe y porrazo, todo el mundo querrá que se le subsidie sus deudas, generando una estampida de inversores, que no tendrán ningún interés en invertir en un país en donde cualquiera puede librarse de pagar sus deudas.
Es terrorífico lo que ocurrió el jueves pasado en el Senado. Y los irresponsables “dirigentes” de la Coordinadora Nacional Intersectorial y sus padrinos son responsables de lo que pudiera llegar a pasar. Para colmo, han conseguido enardecer de tal manera los ánimos de la gente, que quienes hasta hace poco apoyaban las reivindicaciones de los compatriotas del campo hoy los ven como haraganes, sinvergüenzas y vividores.
Esperemos que el alto precio que habrá que pagarse por este desacierto no recaiga sobre quienes llegaron a Asunción manipulados en sus sueños, sino en sus “líderes” y la nefasta clase política que ha decidido prestarse a tamaño despropósito.
NO SABEN PARA QUIÉN ES LA PLATA NI DE DÓNDE SALDRÁ
Es tan obvia la jugada sucia de políticos como Fernando Lugo, Mario Abdo Benítez y Efraín Alegre, que no se tomaron el tiempo siquiera para analizar a fondo el proyecto que subsidia la deuda de los campesinos por 156 millones de dólares. A tal punto que no se sabe quiénes serán los beneficiarios ni de dónde se sacará la plata para ello. Puro circo, una vez más.
Es una verdadera fortuna la que deberá poner el Estado para cubrir las deudas de los campesinos que desde hace más de 2 semanas reclaman la condonación, y para ello han copado la ciudad de Asunción, impidiendo su normal funcionamiento.
El gobierno ha insistido varias veces en que no condonaría dichas deudas porque eso significaría que cualquier sector tendría derecho a hacer el mismo reclamo. De todos modos, las autoridades pidieron un listado de los campesinos que pretenden ese privilegio, con los montos bien especificados.
Los supuestos “líderes” de la movilización campesina, Luis Aguayo y Elvio Benítez, han repetido varias veces que la lista existe y que las personas que necesitan el perdón a sus deudas están claramente identificadas. Pero no la han entregado, hasta hoy, al gobierno.
Pero lo increíble es que consiguieron el apoyo del Frente Guasu, la disidencia colorada y el PLRA, cuyos senadores rápidamente redactaron un proyecto en el que usan la palabra subsidio en lugar de condonación, aunque es exactamente lo mismo. Y lo hicieron a las apuradas y sin tener, ellos tampoco, el listado de beneficiaros. Así que los seguidores de Lugo, Marito y Alegre, crearon una ley para obligar al Estado a cubrir 156 millones de dólares, sin saber para dónde irá la plata. Esto es lo que deja tan en evidencia que el objetivo de estos politiqueros es perjudicar al gobierno de Cartes, y que el bienestar de los campesinos les importa un pito.
Por si esto fuera poco, estos personajes no se tomaron la molestia de especificar de dónde sacará el gobierno la plata para entregarla a nadie sabe quién.
Según la ministra de Hacienda, Lea Giménez, no tiene sentido aprobar un proyecto de esta naturaleza sin especificar de dónde se obtendrán los recursos, es decir, que no contempla la fuente de financiamiento.
Si ni siquiera tienen la lista de quiénes serán beneficiados con el subsidio a sus deudas vencidas, ni saben de dónde se sacará la plata, lo que hicieron los senadores no fue más que una de las tantas sucias jugarretas con las que pretenden perjudicar al gobierno sin importarles que el verdadero perdedor sea el país.
DIPUTADOS PONDRÍA LAS COSAS EN SU LUGAR
El proyecto que subsidia las deudas vencidas de los campesinos, por 156 millones de dólares, está ahora en la cancha de los diputados, quienes darán entrada al proyecto en la sesión del miércoles próximo.
Según el presidente de la cámara, Pedro Alliana, existirían los votos para rechazar la media sanción al proyecto.
Durante una entrevista a Radio Uno, el titular de la Cámara Baja, aseguró que se debe encontrar una solución para los agricultores, pero que la condonación no es el camino más beneficioso para los labriegos, ya que de ser alcanzados por ese beneficio, quedarán fuera del sistema financiero nacional. “Se debe ver una solución para todos y no para un sector. La condonación no es correcta”, remarcó.
En cuanto a las declaraciones que hizo el senador Luis Alberto Wagner en su contra, Alliana se preguntó qué hizo el congresista por los campesinos cuando estaba al frente del Ministerio de Agricultura y Ganadería, recordando que durante su gestión, se perdió la producción de algodón, lo que generó una pérdida de aproximadamente 13 millones de dólares.
“Si Wagner es tan generoso, podría decir dónde están los 13 millones de dólares faltantes en su gestión, para poder ayudar con eso a los campesinos a refinanciar sus deudas”, puntualizó. Si el proyecto es rechazado en Diputados, deberá volver al Senado, que necesitaría mayoría absoluta de 2 tercios para ratificarse en su sanción, caso contrario, irá al basurero. En el supuesto caso de que la ley quede sancionada, el gobierno ya anunció su veto total, así que todo terminará de nuevo en el punto en el que empezó el problema y esto no será más que otra soberana pérdida de tiempo.
SIGUEN ENTORPECIENDO PROCESO DE UNIDAD
A poco más de 5 meses de las internas partidarias de diciembre, el oficialismo liberal, que responde a Efraín Alegre, parece más decidido que nunca a entorpecer la unidad partidaria, con la idea de que así se pintará solo para la Presidencia de la República, algo que le desmienten las encuestas y cualquier analista que se precie de conocer.
A Efraín no le interesa la unidad partidaria. Parece que piensa que si no se junta con sus correligionarios podría tener mejor chance de convencer a los demás sectores de la oposición de que él es el salvador de la patria y que la única chance de que tienen para vencer al coloradismo es su candidatura. Algo que, a esta altura, no le creen ni en su familia.
Por eso es que, a pesar de que hasta la Justicia ya falló en su contra, sigue empecinado en boicotear al llanismo, con la intención de evitar que el Equipo Joven pudiera competir en las internas. Aunque no le salió la jugada, sigue empecinado en entorpecer cualquier proceso de unidad que pudiera plantearse a nivel interno del PLRA.
La ventaja que tiene, y que sabe muy bien aprovechar, es que tiene adeptos tan fieles, que poco o nada les importa lo que el mundo opine de él. Ellos le siguen y apuestan a él sin temor a estrellarse.
Eso es lo que ocurre con Édgar Acosta, el diputado que fue víctima de una bomba en la cara, que tuvo que sufrir varias cirugías de reconstitución para recuperar el rostro, que le quedó destrozado. Es complicado hablar de alguien que fue víctima de una violencia de esta naturaleza, pero no podemos olvidar que Acosta formó parte del grupo de operadores políticos que protagonizaron todos los despelotes que se armaron frente a la Plaza del Congreso durante la tarde/noche del 31 de marzo pasado.
Pero Acosta es ahora visto como un mártir y nadie puede negarle ese derecho. Sin embargo, de allí a convertirlo en intérprete de los vientos y hacer lo que él, en su divina sapiencia, decreta, hay un largo trecho. Por eso es que esa su sentencia de que, para lograr la unidad liberal los llanistas deben pedir perdón por haber apoyado la enmienda constitucional es absolutamente ridícula. Y los llanistas ya se lo hicieron saber. Ellos siguen pensando que el camino para permitir la reelección constitucional es la enmienda. Y lo ratifican hoy, como lo hicieron hace unos meses, cuando el proyecto estaba en discusión.
