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CARACAS.- Queda instalado el Comando Nacional Antigolpe, ¡vayan y detengan las conspiraciones!”, ordenó ayer Nicolás Maduro a los integrantes del nuevo ente revolucionario, entre los que se encuentran los líderes chavistas más radicales. Su principal objetivo es combatir la “pandilla golpista”, como denominó el primer mandatario a la Asamblea Nacional y a la oposición.
El presidente reclamó “firmeza para responder a las provocaciones de la derecha, a los golpes que intentan desde la Asamblea. No deben quedar impunes las violaciones de la Constitución, ¡que se atengan a las consecuencias!”, clamó el “hijo de Chávez”, que puso al frente del nuevo comando a su flamante vicepresidente, Tareck El Aissami. Junto a él, Diosdado Cabello, líder militar del chavismo; el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y los principales encargados de las fuerzas de seguridad y de la inteligencia bolivariana.
Por su parte el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ordenó ejercicios militares y advierte que puede haber “una guerra popular prolongada”.
Explicó en consejo de ministros unos ejercicios militares próximos por realizarse, que el país sudamericano emplearía “el concepto de la guerra popular prolongada” en caso de sufrir una ocupación militar extranjera.
