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El excanciller Nacional, Dr. Eladio Loizaga, habló de la situación económica, política y social de Venezuela y afirmó que es muy complicada y le espera un futuro muy incierto. “Si efectivamente se producen elecciones, la sociedad internacional también tendrá que brindar asistencia al pueblo Bolivariano”, dijo. Asimismo, señaló que Nicolás Maduro nunca aceptó ayuda humanitaria, porque al hacerlo estaría reconociendo el fracaso de su sistema económico.
“El dictador venezolano, Nicolás Maduro, sigue castigando al pueblo venezolano y esa incertidumbre que vive el pueblo ya lleva a una desesperación. La ayuda humanitaria que se venía recogiendo y trabajando, el pasado miércoles no pudo llegar porque el puente que une Cucuta (Colombia), con el país Bolivariano, fue bloqueado por el gobierno del tirano”.
ASUNCIÓN.- El Dr. Loizaga, canciller nacional durante el gobierno del presidente de la República, Horacio Cartes (2013/18), explicó que la crisis en Venezuela es un tema que se viene arrastrando desde hace varios años y se hicieron varios intentos para llegar a una solución a través del diálogo, en el marco constitucional que es una elección limpia, transparente y por sobre todo con una observación internacional, pero hasta ahora no se logró. Admitió además que esa crisis no se supera con US$ 20.000 millones, la que ofrece los EE.UU., hay que entrar con mucha fuerza económica y generar nuevamente todo un sistema de industria que puedan generar empleos para los pobladores. “Muchos fueron desplazados del país por el régimen chavista, encabezado por Nicolás Maduro y desean regresar”, afirmó.
“Es crucial restaurar la plena democracia, el Estado de derecho, la separación de poderes y el respeto del mandato constitucional de las instituciones, particularmente la democráticamente electa Asamblea Nacional, en Venezuela”.
Además el Dr. Loizaga, respondió a las siguientes preguntas:
ADN.- ¿Cuáles fueron las líneas trazadas durante el gobierno de Cartes?
ELADIO LOIZAGA.- Durante el gobierno de Horacio Cartes, nosotros siempre tuvimos un liderazgo en ese sentido, frente a los demás países del sur. Durante la mencionada administración, Paraguay como miembro del Mercosur, pidió la reunión de cancilleres para la aplicación de la cláusula democrática y tardó alrededor de 6 meses para que se convencieran y pudieran tomar en San Pablo (Brasil) una decisión de suspensión.
Posteriormente, sin la autorización de un grupo de cancilleres del Unasur, Ernesto Samper, expresidente de Colombia y secretario general del bloque, avaló que el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, junto con los exmandatarios de Panamá, Martín Torrijos, y de la República Dominicana, Leonel Fernández, fueran intentar mediar entre el gobierno venezolano y la oposición.
Lastimosamente Samper y Rodríguez Zapatero, eran funcionales a Nicolás Maduro y lo que éste último buscó es ganar tiempo para llegar en primer término a las elecciones que convocó en forma precipitada y sin contar con la participación de todos los sectores políticos, ganó nuevamente. Para llegar a su objetivo, Maduro logró la casación de los derechos políticos de gentes que tenían una lucha por la democracia y derechos humanos, como los es Corina Machado que es una gran mujer y valiente en su lucha contra esta dictadura. Además está Leopoldo López, Henrique Caprile y otros políticos que se encuentran en la Asamblea Nacional de Venezuela.
ADN.- ¿Cuáles son los pasos a seguir para salir de esta crisis?
ELADIO LOIZAGA.- Llegamos a una situación que ahora de vuelta se constituye un grupo mediador, que se reunió el pasado miércoles en Montevideo, Uruguay, pero el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, dejó en claro cuáles son los tres puntos sobre los cuales tienen que trabajar: elecciones libres, la apertura de un canal de ayuda humanitaria y por último un gobierno de transición de tal forma que Nicolás Maduro se aparte del gobierno y alguien interine el cargo hasta concretarse las elecciones.
ADN.- En las actuales situaciones, ¿qué está logrando Maduro?
ELADIO LOIZAGA. -Si esta situación sigue como está, lo que Maduro está logrando es ganar tiempo, porque la comunidad internacional tiene una posición muy firme, por lo menos un número importante de países está latente sobre la presión que hay que seguir ejerciendo sobre Nicolás Maduro. Además el reconocimiento que se ha hecho a Juan Guaidó ofrece muchas esperanzas que el país caribeño pueda salir adelante.
Para varios países “es crucial restaurar la plena democracia, el Estado de derecho, la separación de poderes y el respeto del mandato constitucional de las instituciones, particularmente la democráticamente electa Asamblea Nacional”, en Venezuela.
Hay algo que tampoco se debe dejar de tener en cuenta que es el rol que tiene las Fuerzas Armadas venezolana. Según los datos, un gran porcentaje de la milicia sigue apoyando a Maduro, lógicamente hay una estructura que se construyó en ese marco, en lo que hace a los beneficios que el dictador otorga a un sector de las FF.AA.
Sin embargo, yo no creo que el resto de las FF.AA esté siendo beneficiado y estoy casi seguro que también muchos de ellos y sus familiares están pasando las penurias que soporta la población en general. Esperemos que la conferencia realizada en Uruguay tenga un resultado positivo para el pueblo venezolano y que concluya con las elecciones que se haga en forma transparente y con la participación de observadores internacionales, sin limitaciones algunas.
ADN.- ¿Cómo se puede calificar a Nicolás Maduro?
ELADIO LOIZAGA.- A Maduro siempre lo hemos ubicado en el contexto de que es un dictador, un autoritario en su máxima expresión, teniendo en cuenta de que no respeta el Estado de Derecho, ni la Constitución y todo esto se puede comprobar claramente observando lo que se ha producido durante el ejercicio de este gobierno no reconocido por Paraguay y otros países.
Antes esta situación, lo que le espera a Venezuela es la incertidumbre. La ayuda humanitaria que se venía recogiendo y trabajando, el pasado miércoles no pudo llegar porque el puente que une Cucuta (Colombia), con el país Bolivariano, fue bloqueado por el gobierno de Maduro.
De esta forma el dictador sigue castigando al pueblo venezolano y esa incertidumbre que vive el pueblo ya lleva a una desesperación.
También su Santidad, el Papa Francisco, recibió una carta de Maduro, él puede entender que es para que actúe de mediador, pero el Santo Padre también ya dijo a través del cardenal Peito Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, que condiciona su participación y para el efecto exige la libertad de los presos políticos, la apertura de un canal de ayuda humanitaria, además elecciones libres y transparentes.
ADN.- ¿Qué opinión se merece la actuación paraguaya en este tema, teniendo en cuenta que fue el primero en romper las relaciones diplomáticas con Venezuela?
ELADIO LOIZAGA.- Creo que fue una decisión que se tomó acertadamente, es una demostración fuerte de la condena que se hacía al régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Una decisión política con respecto al gobierno de Maduro y no así al pueblo venezolano.
Sin embargo, éste sería momento ideal en que la Cancillería podría pensar en restablecer relaciones diplomáticas con el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, ya que lo reconoce como presidente de la Asamblea y encargado de la presidencia del país caribeño, con todas las atribuciones que su constitución le otorga en estas circunstancias. Además, ellos ya están acreditando un representante ante nuestro país.
También me ha comentado la señora Corina Machado, con quien estamos en comunicación permanente de cómo van las cosas y cómo nosotros podemos ir apoyando desde el ámbito internacional la lucha que están llevando adelante.
ADN.- En el tema de ayuda humanitaria, ¿Paraguay también podría colaborar?
ELADIO LOIZAGA.- Durante su gobierno, el presidente de la República, Horacio Cartes, en varias oportunidades le había señalado a Nicolás Maduro que Paraguay estaba en condiciones de asistir con ayuda humanitaria, principalmente alimentos, pero lógicamente nunca aceptó porque al hacerlo estaría reconociendo el fracaso de su sistema económico y las necesidades de esa asistencia humanitaria que ellos afirman permanentemente que no existen.
