Mario Abdo Benítez (d), Juan Carlos “Calé” Galaverna (c) y Silvio “Trato apu’a” Ovelar.
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Marito esconde su equipo y busca justificar su traición

El presidenciable de Colorado Añetete, Mario Abdo Benítez, se pasa alertando sobre el supuesto fraude que habrá en las internas de diciembre, cuando que es él quien tiene en sus filas a expertos en el tema. Tal parece que la intención del disidente es abrir el paraguas para justificar su traición después de las internas, tal como lo intentó en el 2008 Luis Castiglioni.

ASUNCIÓN.- Nadie es más experto que los senadores Silvio “Trato Apu’a” Ovelar y Juan Carlos Galaverna en todo lo que tiene que ver con hacer trampa en unas elecciones. El primero, en abril del 2013,  siendo aspirante al “rekutu”, fue descubierto mediante una filmación mientras organizaba la compra de votos colorados por 100.000 guaraníes cada uno y de cédulas de liberales, por el mismo valor, para que no voten.

Por su parte, Calé reconoció públicamente que le habían robado las elecciones a Luis María Argaña, mostrándose como un claro violador de la Constitución Nacional. Le confesó al periodista Humberto Rubín, a quien le dijo con total naturalidad: “Sí, soy parte de los responsables de esa estupidez que hicimos en la manipulación de los resultados electorales y asumo sus consecuencias morales, éticas y si hubiera alguna consecuencia de orden judicial, también estoy dispuesto a asumir”.

 Ambos “expertos en fraude” casualmente militan en las filas de Colorado Añetete, el movimiento de Abdo Benítez, quien parece ignorar que su primer anillo está compuesto por personajes de dudosos antecedentes, por eso es que no le cuesta nada señalar con el dedo acusador a los integrantes del oficialismo, como si su entorno fuera conformado por inocentes angelitos.

Pero nadie puede pensar que un tipo con la historia de Marito sea tan ingenuo como para no saber quiénes son los que lo acompañan. Así que, 1 de 2, o piensa que los ingenuos son los electores, o lo que está haciendo es abrir el paraguas para justificar su accionar después del 17 de diciembre.

A medida que se acercan las internas, Marito insiste con que se está armando un monumental fraude por parte del oficialismo, con complicidad del Tribunal Electoral Partidario, para dar el triunfo a Santiago Peña. Aunque cada vez resulta más evidente que el proceso tiene garantías suficientes de transparencia  participación, una y otra vez el disidente lanza su voz de alerta; lo que dice es que si no se le da a él la victoria en diciembre, será porque se hizo trampa; así de simple.

Si hubiera algún pequeño indicio de que esta alerta tiene sustento, Ovelar y Galaverna podrían muy bien identificar las situaciones de riesgo puesto que dudamos mucho que haya otros personajes con mayor experiencia que ellos en cometer fraude.

Pero en realidad, nada de esto resiste el menor análisis serio. Lo que realmente ocurre es que Marito ya sabe que va a perder las internas, así como perdió las del 2015. Y ya decidió que no apoyará a los candidatos colorados para las elecciones de abril del año próximo, exactamente lo mismo que hizo Castiglioni –quien también está en su equipo y es el primero en su lista para el Senado- en el 2008. Traicionará al partido y busca la forma de justificarlo, aunque nada de lo que diga hará que el electorado colorado deje de saber que lo suyo es, lisa y llanamente, una traición.

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