ASUNCIÓN. Se cumple un año del primer caso confirmado de Covid-19 en el país y en unos días recordaremos el aniversario del día en el que los paraguayos nos encerramos en nuestras casas, por un decreto del Ejecutivo que tenía dos objetivos fundamentales, evitar la propagación del virus y dotar al sistema sanitario de las herramientas necesarias para enfrentarlo.
Ninguno de los dos objetivos se cumplieron ya que el virus se propagó y sigue haciéndolo y en el sistema sanitario, aunque hubo alguna mejoría, las carencias siguen siendo abundantes, en cuanto a infraestructura, insumos, medicamentos y ahora también vacunas.
Según el neumólogo Tomás Mateo Balmelli, “el Covid muestra su peor rostro a un año del primer caso en Paraguay”.
“En estos días, el ritmo de transmisibilidad del virus se posicionó en niveles epidemiológicos muy altos, sin ánimos de retroceder. Esforcémonos en bajar dichos índices y… que tengamos pronto más vacunas e insumos”, escribió el neumólogo en su cuenta de Twitter.
En el tema vacunas, estamos por demás rezagados aunque luego de los últimos acontecimientos, que pusieron de manifiesto el hartazgo ciudadano, de repente aparecieron ayer 20 mil dosis de la china Coronavac; sin embargo, además de la pésima gestión para la adquisición de las mismas, también hay una evidente incapacidad en el sistema de aplicación puesto que a casi un mes de que hubieran llegado al país las 4 mil dosis de de la rusa Sputnik V, hasta ahora ni siquiera se pudo vacunar a los 2 mil trabajadores de blanco de primerísima línea.