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ASUNCIÓN.- La implementación de nuevos mecanismos de licitación de obras públicas logró reducir la carga burocrática, cuyo resultado es el ahorro de recursos para ser reinvertidos. Los ministerios de Hacienda y el de Obras Públicas informaron que “estas nueva modalidad del Estado permitió un ahorro de más de G. 7 millones por kilómetro de caminos vecinales reparados”. Esto se acopla a logros similares en la construcción de pavimentos en rutas nacionales.
En detalles, el informe del Ministerio de Hacienda destacó que “en el año 2012, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) gastaba G. 9.130.000 por cada kilómetro de camino de tierra reparado; pero desde el año 2014, se empezó a pagar G. 1.860.000 por cada kilómetro rehabilitado. El ahorro es de G. 7.270.000 por cada km, lo que representa un 80% menos”.
Desde la asunción de la administración actual del MOPC han buscado nuevas herramientas que permitan ahorro presupuestario en la adjudicación de obras de envergadura. Los resultados fueron auspiciosos en megaobras como la del viaducto Madame Lynch y Aviadores del Chaco. Esta vez, estos se trasladaron a la reparación de caminos vecinales.
Destaca el MOPC que “anteriormente, la cantidad de km de caminos rehabilitados llegaba a 4.500 km; mientras que con esta administración se llegó a 22.000 km. O sea: con menos dinero se hizo casi cinco veces más”.
Se agrega a estos logros la ejecución desde diciembre de 2016, del Proyecto de Sistema de Gestión, Control y Administración de Combustibles.
Ramón Jiménez Gaona, ministro de Obras, explicó que este proyecto “se trata de una herramienta que incluye un sistema moderno y automatizado del control de stock en tanques denominado telemedición que permite la identificación automática de cada vehículo del MOPC que se acerque a cargar combustible en las estaciones de consumo propio que posee la institución. Estos sistemas ya están funcionando en los talleres de San Lorenzo y Ex-ATE, de Asunción; este sistema reduce al mínimo gastos que se pueden ser redestinados”.
Igualmente, se utiliza la identificación por radio frecuencia (RFID) que “permite identificar de forma única los vehículos, a través del enlace de un dispositivo lector instalado en la pistola del surtidor con un dispositivo identificador que se encuentra en la boca del tanque de consumo del vehículo” explica un boletín del MOPC y el sistema se encarga de enviar la identificación al Sistema de Control Central, a través de una frecuencia de radio.
