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El sacerdote católico Aldo Trento, presidente de la Fundación San Rafael, recibió una plaqueta de reconocimiento de la Cámara Alta, por recibir a enfermos terminales y a la gente sin recursos. En la ocasión pidió a los senadores seguir luchando contra la corrupción, “que es el ‘kupi’i’ (termita) que destruye al pueblo”. Además, exhortó a los legisladores a dejarse guiar “por la realidad, por la conciencia de nuestro pueblo”, mayoritariamente católico.
ASUNCIÓN.- Durante el acto realizado ayer en el Senado, el sacerdote católico indicó que hace 28 años donó su vida a este querido pueblo. Asimismo, manifestó: “Les garantizo que soy feliz, porque si en 1968 fui partidario de la extrema izquierda en Italia, de las Brigada Rojas que mataron a Aldo Moro, aquel famoso estadista, perdí la cabeza, no por maldad, sino porque buscaba al infinito, y no me di cuenta que era una falsedad, pero me encontré con Cristo que cambió mi vida”.
Hace 28 años el religioso creó en nuestro país la Fundación San Rafael, y desde entonces recibe a enfermos terminales y a otras personas de escasos recursos económicos.
Durante el acto de reconocimiento, el sacerdote dijo que la corrupción es un flagelo que daña a toda la sociedad. Afirmó ser “el primer corrupto”, dado que es “hijo de Adán y Eva”.
Resaltó que los senadores deben defender los valores “que están en la raíz de nuestro pueblo”. “Nunca se dejen guiar por la ideología, que siempre es falsa, porque es producto de la fantasía humana”, afirmó.
En otro momento de su alocución, el padre Trento recomendó a los congresistas a dejarse guiar por la realidad, por la conciencia de nuestro pueblo, mayoritariamente católico. “Saben lo que me espanta, que la gente no crea más en Dios. La corrupción en Italia es peor que acá, ustedes ni pueden imaginar lo que ha hecho ese Berlusconi (Silvio, político italiano)”, recalcó.
“PRENSA MASOQUISTA”
Por otra parte, el religioso puntualizó que en nuestro país existe una prensa que vive un “masoquismo terrible”, que ve solo lo negativo. Sin embargo, sostuvo que él ve solo lo positivo, porque si todos los hombres fueran perfectos, Dios no se hubiera hecho carne, se hubiera quedado arriba.
Al respecto subrayó que el tema no está en ser uno pecador, sino en reconocer que Jesús vino para salvarnos y que él puede cambiar el corazón del hombre, “porque si cambio yo, cambia todo”, dijo.
Para concluir también se refirió al paraíso y expresó que si no existiera sería mejor que todos nos suicidemos. Además mencionó que en su hospital ha visto a la gente sufriendo con cáncer y que si Dios no existiera, el aborto y la eutanasia serían la única respuesta.
