El proceso del proyecto Metrobús se inició en el 2010 en Washington DC, Estados Unidos, con la firma del entonces presidente Fernando Lugo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la culminación de su desarrollo fue en la era de Federico Franco, en marzo de 2013. La administración Cartes heredó el paquete terminado en su fase burocrática. El BID financia y maneja los desembolsos, que suman US$ 54 millones a enero 2018, sobre un monto total de US$ 192 millones que vence en diciembre. El expresidente Federico Franco había dicho que “si no se ejecuta el proyecto Bus de Transporte Rápido (BTR) o Metrobús, en unos años más va a ser más rápido llegar a Asunción caminando o en bicicleta que en transporte público o particular”, y pidió el apoyo de la ciudadanía.
ASUNCIÓN.- La administración Cartes heredó todo el paquete negociado por dos administraciones, las de Fernando Lugo y la posterior, de Federico Franco. Las negociaciones operativas y financieras fueron finiquitadas, quedando para el gobierno posterior el proceso en zona de obras.
Los inconvenientes que hoy atraviesan el proyecto no son responsabilidad del gobierno anterior a éste, debido a que los problemas debieron estar previstos en la elaboración de los proyectos en los gobiernos de Lugo y Franco.
Durante la ejecución de las obras, ya en la era Cartes, se encontraron con numerosos obstáculos que no estaban previstos inicialmente, y que obligaron a modificar el proyecto recibido de una anterior administración, ya que no se realizó la planificación previa durante su gestión.
El propósito data de 1991 y la Estrategia de Movilidad Urbana se diseñó en 1995, que terminó con el Plan de Desarrollo Urbano Ambiental de Asunción, proyecto de transporte que derivó en el llamado Plan CETA/98. En ese contexto fue cuando, por primera vez, se planteó la iniciativa del “Eje troncal de Eusebio Ayala”, que con los aportes de las diferentes administraciones, terminó concretándose en el Metrobús.
Tal como lo prueban los registros del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), no fue el gobierno de Cartes el que incluyó la avenida Eusebio Ayala y su continuación, Mariscal Estigarribia hasta San Lorenzo, como lo intentó instalar el diario ABC Color.
En cuanto a la financiación, ya fue firmada durante las administraciones anteriores a Cartes. El proyecto forma parte del Programa “Reconversión Urbana, Modernización del Transporte Público Metropolitano y Oficinas del Gobierno”, del MOPC.
El programa cuenta con un financiamiento de US$ 125.000.000 que provienen de préstamos otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y US$ 55.000.000 de los Bonos Soberanos y US$ 12.000.000 de fondos del Tesoro como contrapartida.
Los documentos contractuales, que aseguraban la financiación del Metrobús, fueron firmados por los anteriores gobiernos.
El proyecto en zona de obras exigía tres años, plazo que se debía cumplir en diciembre próximo; sin embargo, las constantes interrupciones ocasionadas por los frentistas en varios tramos del recorrido –Mariscal Estigarribiaa-Eusebio Ayala- fueron modificando el cronograma de trabajo.
MOTA OBLIGÓ AL EJECUTIVO A REPLANTEAR SUS DEMANDAS
ASUNCIÓN.- En un segundo comunicado de la empresa Mota-Engil, la misma ratificó que nunca estuvo en sus planes retirarse del proyecto Metrobús y aseguró que está “comprometida con terminar el trabajo”. Para demostrarlo, realizó la renovación de la garantía con un banco de plaza, salvando así al Estado de perder millones.
Esta actitud de la empresa portuguesa obligó a los altos funcionarios del gobierno a bajar la guardia y moderar sus acusaciones, además de encontrar en el documento la predisposición de la compañía “para encontrar mecanismos y soluciones necesarias para el éxito del proyecto y mitigar las afectaciones”.
La compañía informó al MOPC, que al vencerse el lunes pasado el periodo de validez de la garantía con el Banco Itaú, “se decidió respaldar el anticipo recibido para la ejecución de las obras, de modo a dejar en claro que no se abandonó la obra y que tampoco el contrato está rescindido. El monto en cuestión es de US$ 7.045.408”.
Reiteró que se abonó en total US$ 23 millones por obra ejecutada y en concepto de anticipo, “mientras que sus egresos fueron de más de US$ 24 millones, dejando un margen financiero negativo” para la firma constructora. No obstante, ésta aseguró, en todo momento, que desea seguir al frente de las obras.
Por su parte, el Gobierno Nacional ya comenzó a bajar los decibeles e insiste ahora en buscar los mejores mecanismos para dar una solución al problema.