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ASUNCIÓN. “Millones de mascarillas y batas de bioseguridad incautados. No fueron declarados en el despacho y sin licencia sanitaria. Todos los funcionarios intervinientes en zona primaria deben ser investigados. Además fueron incautados otros productos, confecciones y balanzas digitales”, compartió hoy desde su cuenta en Twitter el ministro Coordinador Ejecutivo de la Unidad Interinstitucional Prevención y Combate al Contrabando, Emilio Fúster.

Por su parte, el Ministerio Público divulgó también hoy que el agente fiscal de la Unidad Especializada Anticontrabando, Miguel Quintana, intervino en el procedimiento de investigación de una carga de mercaderías ingresadas al país supuestamente de contrabando. La operación se realizó ayer, en el depósito de GICAL, de Mariano Roque Alonso.

La inspección de la carga involucró a personal operativo de Delitos Económicos de la Policía Nacional, de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), y de la Dirección Nacional de Aduanas.

Según la fiscalía, “primariamente, ya se lleva detectada inconsistencia de éstos con las mercaderías detalladas en el despacho de importación y la nómina de embalaje o Packing List.”

Detallaron que entre los productos no declarados se hallarían tapabocas de distintas características, trajes de bioseguridad, artículos digitales y prendas de vestir.

Todo el operativo se desató tras la detención, ayer, alrededor de las 17.30 horas, en San Lorenzo, de un camión, chapa BCS 490, con semirremolque (chapa GAE 221), ambos registrados a nombre de J.B.J. Transporte S.A. El rodado estaba al mando de Rubén Antonio Figueredo, de 44 años.

La fiscalía no confirmó la denuncia de Fúster, quien habló de “millones de mascarillas”, y quien señaló que, sospechosamente, funcionarios de Aduanas liberaron la carga tras una inspección de 30 minutos, cuando, dado el Código Rojo, el chequeo debe hacerse con minuciosidad.

La carga vino de China, vía Montevideo (Uruguay) y su destino final era Ciudad del Este.