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Según los organizadores, más de un millón de personas salieron ayer a las calles de Caracas, para marchar y así exigir la realización del referendo revocatorio del mandato del actual presidente de la República Nicolás Maduro, quien atraviesa una tensión política en medio a una gran crisis económica. El líder bolivariano sostuvo que tiene todo listo para derogar la inmunidad parlamentaria.
CARACAS.- Maduro, ante una manifestación de sus seguidores, aseguró que la marcha de los opositores no superaba las 35.000 personas y que se había derrotado “una intentona golpista”. Anunció que tiene “listo” un decreto para suspender la inmunidad parlamentaria, al acusar a la mayoría opositora del Parlamento de planificar un golpe de Estado contra su Gobierno.
“Yo voy con la mano de hierro que me dio (Hugo) Chávez. Que nadie se equivoque conmigo. Estoy dispuesto a todo”, advirtió el mandatario, quien ratificó que denunciará ante la Justicia al presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Henry Ramos Allup, por incitación a la violencia.
Por su parte, manifestantes provenientes de diferentes estados como Amazonas, Monagas, Nueva Esparta, Aragua, Carabobo y Guárico se sumaron a la denominada “Toma de Caracas”. Algunos reconocieron que debieron abandonar sus vehículos y sortear a pie los improvisados puestos de control que instalaron las fuerzas de seguridad en las calles.
La oposición venezolana ya programó una nueva movilización para la próxima semana. Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), informó que el próximo 7 de setiembre se dirigirán al Consejo Nacional Electoral (CNE) para reclamar el cronograma del referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
El líder opositor venezolano Henrique Capriles denunció que efectivos policiales y colectivos chavistas obstaculizaron el tránsito en el túnel La Cabrera para impedir que miles de venezolanos ingresen a Caracas.
