ASUNCIÓN.- Andy Murray empieza a soñar despierto. La regular temporada del británico, que se podría comparar a la de Angelique Kerber en el circuito femenino, puede llevarle el próximo lunes 7 de noviembre al número 1 mundial. Para que eso pase, y gracias a su séptimo título del año en Viena tras derrotar a Jo-Wilfried Tsonga por 6-3 y 7-6(6), Murray tiene que ganar el último Masters 1.000 de París-Bercy y que Novak Djokovic, campeón de las últimas tres ediciones, no esté en la final.
El escocés ha recortado en el último mes la diferencia con el serbio a tan sólo 425 puntos gracias a encadenar coronas en el Open 500 de Pekín y de Viena, y en el Masters 1.000 de Shangái. En caso de no ganar la semana que viene en Bercy, Murray disfrutará de una nueva oportunidad de desbancar a Djokovic en la Copa Masters de Londres en la que ejerce de anfitrión.