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ASUNCIÓN. A pesar del allanamiento realizado ayer en la Escuela de Inteligencia Militar del Ejército, que culminó con la destitución de su comandante, Roberto Meza, no hay en filas militares un intento de levantamiento en contra del gobierno de Mario Abdo Benítez, según el presidente de la Corte Suprema de Justicia Militar, general Osvaldo Almirón, quien dijo que lo que en realidad ocurre es una sangrienta competencia entre los oficiales superiores que luchan por el ascenso.

En los últimos días empezó a circular el rumor de que se estaba preparando un golpe de Estado en el que estarían involucrados militares y algunos medios de prensa. Esto pareció tener algún viso de realidad con el allanamiento de ayer, pero Almirón fue tajante al responder que “no hubo plan para atentar, conspirar o sublevación militar”.

Lo que se investiga en el local allanado son algunas denuncias de abuso de autoridad y faltas a la disciplina militar, añadió, y manifestó que lo que ocurre es que los militares que no están incluidos en la lista de los que serán beneficiados con el ascenso utilizan a los subalternos para investigar a los candidatos a ascender, de manera irregular, a fin de encontrar algo que pudiera evitarlo.

En una entrevista radial, Almirón dijo que “en el ambiente institucional tenemos serias debilidades por los ascensos. Hay intereses propios. El motivo habría sido perjudicar a militares con hechos para que no asciendan. Estaban haciendo tareas de inteligencia contra generales que iban a ascender”.

Confirmó que “sí, hay maldad; somos seremos humanos, sí ocurre. Se aprovecha una debilidad constitucional. En la Suprema Corte Militar estamos trabajando en un plan de carrera para hacer más objetivo el ascenso de suboficiales, en especial. Ocurre siempre en esta época donde se realizan las evaluaciones”.