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La noticia de que Silvio Ovelar se había comprometido con Juan Carlos Galaverna a entregarle por los últimos 3 meses del período la presidencia del Senado y el Congreso, como “regalo”, tomó por sorpresa a todas las bancadas y algunas de ellas no estarían dispuestas a acompañar el “gesto” tan generoso y motivado por los 30 años que Calé cumple en la función legislativa.
ASUNCIÓN.- Como están de receso legislativo, ninguna de las bancadas del Senado aún trató el tema que surgió hace apenas dos días, cuando Beto Ovelar comentó que había acordado con Calé que le “regalaría” la presidencia del Senado desde abril hasta fines de junio, cuando se elegirá a la nueva mesa directiva de la cámara y el Congreso.
Esto lo confirmaron Derlis Osorio, líder de la bancada independiente de la ANR, y Amado Florentín, de la Multibancada. Éste último, sin embargo, a nivel personal opinó que se seguiría lo que disponen tanto la Constitución como el reglamento interno cuando el presidente de la mesa directiva renuncia al cargo, y es que lo debe suceder el vicepresidente primero, o el segundo, y así sucesivamente.
Sin embargo, lo que pretende Ovelar es renunciar y que se elija a Galaverna, que no es miembro de la mesa directiva, como si la presidencia fuera un bien propiedad suya, situación ésta que no está prevista en el reglamento interno, puesto que el proceso de sucesión está bien establecido.
Sin embargo, la bancada A del PLRA podría no presentar ningún obstáculo para que se concrete el “regalo”, tal como lo dijo el vicelíder, Fernando Silva Facetti, quien aseguró que a su bloque lo único que le interesa es que el sector añetete del Senado cumpla con el acuerdo que habían hecho a inicios del período, en cuanto a que el primer año, la presidencia corresponde a la ANR y el siguiente, que se inicia en julio, al PLRA. Mientras sea un colorado el que termina el período y no pone obstáculos para que el siguiente sea un liberal, no hay ningún inconveniente para el sector efrainista.
Esta decisión no fue tomada luego de alguna consulta general, sino simplemente en base a una conversación privada entre Ovelar y Galaverna, quien cumple 30 años en el Parlamento, de manera ininterrumpida, y quiere festejarlo sentado en la silla de la presidencia, tanto de la Cámara como del Legislativo. Por lo tanto, gran parte de los senadores todavía ni siquiera se tomaron el tiempo de analizar la situación y pensar en las consecuencias legales que la misma podría tener.
