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NUEVA YORK. Nueva York, que fue la primera gran ciudad de EE UU en reabrir las escuelas tras el cierre de la primavera, volverá a cerrarlas a partir de este jueves tras apenas ocho semanas de clases presenciales, al alcanzar el 3% la tasa de positividad de las pruebas del coronavirus, en la media de los últimos siete días.

La decisión ha sido comunicada por el alcalde de la ciudad, el demócrata Bill de Blasio. La neoyorquina es la mayor red de escuelas públicas del país. Las privadas no se ven en principio afectadas por el anuncio, y algunas ya han comunicado que proseguirán sus actividades con todas las medidas de seguridad.

“Nueva York ha alcanzado el umbral del 3% de positividad en los últimos siete días. Desafortunadamente, eso significa que las escuelas públicas deben cerrar a partir de mañana, jueves 19 de noviembre, como medida de precaución. Debemos combatir la segunda ola de la covid-19”, ha tuiteado el regidor, tras hacerse esperar durante tres horas y media en su comparecencia diaria ante los medios, a la que finalmente no se ha presentado. El 3% de positividad era el límite establecido para dar marcha atrás en la normalización de la actividad educativa, y su cierre se había planteado ya la semana pasada si la Gran Manzana traspasaba ese umbral. “Los padres deberían tener un plan para el resto del mes de noviembre”, advirtió entonces De Blasio.

El cierre es el mayor retroceso que sufre la ciudad desde la paulatina reapertura de actividades en verano, y un revés muy concreto para De Blasio, que había defendido con encono la vuelta a clase. El gobernador del Estado de Nueva York, el también demócrata Andrew Cuomo, apoya igualmente mantener los centros abiertos. Las métricas usadas por la ciudad y el Estado difieren, por lo que para este último la tasa prorrateada de positividad de la última semana está por debajo del 3%.

Aproximadamente unos 300.000 menores que seguían un programa híbrido de clases presenciales y virtuales volverán a estudiar en remoto, desde sus casas, con la consiguiente dificultad a la hora de prestarles atención o cuidados para sus padres o tutores. El cierre se decreta como medida suplementaria de precaución, ya que la tasa de transmisión del coronavirus en colegios se había mantenido muy baja desde finales de septiembre, cuando las aulas volvieron a abrir sus puertas. De hecho, los epidemiólogos no consideran determinante el contagio en las escuelas en el incremento de los casos en la ciudad, sino el de las reuniones sociales y la normalizada afluencia a bares, restaurantes y gimnasios, que sin embargo permanecen abiertos, aunque con limitaciones de horario y aforos desde el pasado viernes. (Con información de El País)