ADN Digital
Por si no bastara que el nivel de educación de nuestro país sea uno de los más bajos de la región, que hace que quienes terminan la secundaria y pueden acceder a la educación universitaria lo hagan con niveles lamentables, imposibilitando su acceso al mercado laboral del exterior, ahora resulta que quien está a cargo del área es un improvisado, incapaz y prepotente, cuyo único mérito es haber aglutinado a todo el mundo, alumnos, directores y docentes en contra suya.
Ahora resulta que la crisis en educación no es por la mediocridad ni el bajo nivel académico, solamente, sino por la improvisación que reina en el ministerio, tan aquejado de múltiples problemas de difícil solución.
Solamente ayer se sucedieron manifestaciones en contra del ministro y del lamentable estado de la educación, en todo el país. En Capiibary, San Pedro, estudiantes y padres de familia del Colegio Nacional cerraron la ruta por más de 4 horas en protesta. Más cerca de la capital, en Fernando de la Mora, estudiantes de varios colegios cerraron la ruta Mariscal Estigarribia. En resumen, estudiantes de 29 colegios se manifestaron hoy. La motivación de todos fue la falta de nombramiento de más de 500 docentes que se necesitan para completar las cerca de 10 mil horas cátedras que no se están pudiendo dar, y que deben reemplazar a los que se jubilaron.
Este motivo también es el que llevó al gremio de directores de instituciones públicas y a la Federación de Estudiantes Secundarios a pedir al Senado que Petta sea interpelado por el pleno, tema que, seguramente, se considerará hoy sobre tablas. Según los directores, la situación es exclusiva responsabilidad del ministro, a quien acusaron de falta de idoneidad, capacidad y experiencia.
Si a esto sumamos la pelea que mantiene el secretario de Estado con los legisladores, supuestamente porque le chantajean y exigen cargos públicos a cambio del aumento del salario de los docentes, es fácil darse cuenta de que la educación en nuestro país, ya paupérrima por décadas de postergación, está haciendo agua por todas partes.
Petta dice que no puede llenar los cargos que dejaron vacantes los jubilados porque para eso se debe hacer concurso para cada uno de los puestos. Sin embargo, los 3 exministros de Educación que ahora son senadores, Enrique Riera, Blanca Ovelar y Víctor Ríos, coincidieron en que la solución es bien simple puesto que el secretario de Estado tiene la potestad de hacer nombramientos provisorios hasta tanto se tenga a los docentes definitivos.
Hay miles de estudiantes que podrían no terminar los estudios de la media porque no tienen profesores para varias de las materias que figuran en el programa obligatorio. Esto no es solamente grave, es una tragedia. Cualquier persona o situación que amenace la escasa calidad educativa de nuestros jóvenes, es criminal y no puede seguir ocupando un cargo para el que no está a la altura, ni mucho menos.
La realidad que no se puede disimular, será como tapar el sol con las manos, es que las cosas están peor que nunca en el MEC. No sirven las explicaciones, ante el “tsunami de jubilaciones”, por usar una calificación del vice ministro, no se previeron los relevos en tiempo y forma y los estudiantes “están pagando el pato” como se dice vulgarmente.
El presidente debería repensar el nombramiento de este personaje como ministro de Educación. Está demostrado con hechos que las cosa aquí no se puede manejar “manu militari”, que hacen falta expertos negociadores que lleven paso a paso, de la mano, pero siempre para adelante, a la tan alicaída educación paraguaya. Nunca se ha visto tal “desabastecimiento” de maestros en toda la historia de nuestro país.
Es hora de que se solucionen las cosas y se nombre a alguien idóneo para que las aguas vuelvan a su cauce.