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Ofensiva oficialista

Luego de 5 meses de haber asumido el poder, uno pensaría que ya es tiempo de que el gobierno haga eso para lo que fue electo, gobernar. Las campañas terminaron, las agresiones debieran haber quedado atrás y la feroz rivalidad puede permanecer en reposo hasta que llegue otra contienda electoral. Las necesidades de la población son muchas y su solución requiere todo el esfuerzo y la rapidez posible, porque la gente ya no puede seguir esperando.

Pero resulta que el oficialismo colorado tiene otra visión de las cosas, como si se hubiera embarcado en un proselitismo eterno o como si su intención al llegar al poder no era más que la de tener los elementos suficientes para perseguir a quien tendría que ser el rival electoral, pero para el abdismo es el enemigo.

Lo primero que pensamos cuando Nicanor Duarte Frutos empezó a utilizar, de manera desvergonzada, los recursos de Yacyretá en un proselitismo que, a primera vista, podría ser apresurado, aunque está muy bien pensado. Pero cuando el asesor político del Ejecutivo nos dijo que todo lo que hacía el director del ente era con el visto bueno del presidente de la República, varias fichas cayeron en su lugar.

El objetivo de esta desembozada campaña con dinero público no es solamente ganar las internas el año que viene y apoderarse de la Presidencia del Partido Colorado. La labor debe empezar mucho antes, ya que, si el escenario se hubiera mantenido igual que hace un mes, otra vez hubiera sido Honor Colorado el que saldría triunfador y seguiría teniendo el poder partidario, y eso es algo que ni el presidente ni su entorno más cercano están dispuestos a permitir.

Así que la caja de la EBY fue declarada objetivo fundamental en esta “guerra” que los añetete mantienen con el cartismo. Algunos abdistas, incluido el mismo jefe de Estado, pudieran ser improvisados en cuestiones políticas, pero Duarte Frutos es un maestro en el arte de la manipulación y en interpretar los intereses de esos a los que debe atraer para conseguir sus objetivos. Así que la idea de utilizar esta caja pudo haber sido suya, y le está dando resultados fantásticos, lo cual no es extraño puesto que desde siempre hemos sabido que el poder y el dinero son elementos demasiado atractivos para la mayoría, mientras que la llanura y la persecución no resultan lo suficientemente sensuales para ellos.

La intención es debilitar cada vez más a Honor Colorado, en base a platazo limpio, y así conseguir que un importante grupo de dirigentes se muden a la sombra del poder. Esto es lo que se está haciendo desde Yacyretá, bajo la batuta de Duarte Frutos, pero  con el apoyo de Abdo Benítez.

Además, las informaciones dan cuenta de que a algunos cartistas les cayeron con todo el peso de la justicia y a otros les fabrican casos o les amenazan con sentarlos en el banquillo de los acusados si no se avienen a cumplir las indicaciones que emanan de los “altos mandos”.

Por el contrario, los varios abdistas que están investigados, y los que debieran estar por las evidencias en su contra, siguen tan campantes, disfrutando como si nada de una vida libre y sin persecuciones. Ese parece ser el premio que reciben quienes militan en el movimiento oficialista colorado, que sigue en campaña, con la clara intención de eliminar el movimiento de HC y a él mismo.

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