ASUNCIÓN. La postura de senadores y diputados en relación a la pérdida de investidura de sus colegas es muy diferente. En la Cámara Alta, algunos legisladores fueron expulsados rápidamente, incluso sin siquiera existir una imputación, y otros, los “amigos”, fueron salvados aunque todas las evidencias les condenaban.
En Diputados existe un acuerdo no escrito de la mayoría, de abroquelarse en torno al denunciado, con el argumento de que los legisladores no pueden ser jueces de sus pares. La oposición tuvo varios intentos de someter a la pérdida de investidura a colegas suyos, entre ellos a los oficialistas Miguel Cuevas y Ulises Quintana, y el liberal Carlos Portillo, sin que hasta ahora uno solo haya sido sentado en el banquillo de los acusados.
La encuentrista Kattya González, una de las impulsoras del juicio político a sus colegas, dijo que en este momento Cuevas está en un limbo ya que sigue siendo diputado pero no puede ocupar su banca porque tiene prisión domiciliaria, y aseguró que la única forma de solucionar esto es volviendo a plantear su juicio político, algo que se está conversando entre los diputados opositores.
“Cuevas está sustituido por el problema judicial que tiene, no puede ejercer su función de diputado, está sustituido porque tiene prisión domiciliaria. O le restituimos o le sacamos, pero no puede estar en el limbo; si se le da permiso para trabajar ya sería el acabose”, añadió.