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ASUNCIÓN.- Nuevamente, a través de una jugarreta, el presidente de Diputados, Miguel Cuevas, impidió que se pudiera tratar sobre tablas el proyecto que reglamenta la pérdida de investidura, que aguarda desde hace 2 semanas. Suspendió la sesión ordinaria y convocó a una extraordinaria, logrando de esa manera que solamente se puedan tratar los temas que figuraban en el orden del día.
El argumento utilizado ayer fue que la sesión extra de la mañana terminó media hora antes de que debiera iniciarse la ordinaria, a las 14, por lo que levantó esta y convocó a una extraordinaria a las 13.30, con lo cual el plenario se tuvo que suscribir exclusivamente a los temas previstos en el orden del día. De esta manera, no solamente evitó los discursos previos sino también los tratamientos sobre tablas, entre los que podría haberse planteado el proyecto que reglamenta el artículo 201 de la Constitución, de pérdida de investidura, que fue presentado por la comisión especial hacen ya más de 2 semanas.
Esta misma jugarreta impidió el tratamiento del tema la semana pasada y, nuevamente, ocurrió lo mismo sin que nadie del plenario pueda hacer nada por evitarlo. Este es uno de los motivos por los que resulta increíble que ningún diputado aún haya planteado que se le saque de la Presidencia de la cámara a Cuevas, investigado por la Fiscalía por enriquecimiento ilícito. De hecho, tantas dilaciones en el tema de la pérdida de investidura no es por proteger al liberal Carlos Portillo, sino porque él mismo, el abdista, podría ser uno de los primeros en ser sometido a la nueva ley, en el caso de que alguna vez pudiera ser sancionada.
En concreto, una semana más se dilató el tratamiento de la pérdida de investidura. Habrá que ver si se consigue que sea incluido en el orden del día de la semana próxima, como había prometido la mesa directiva.
