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ASUNCIÓN.- El diputado liberal José Ledesma tiene la trayectoria política suficiente como para saber que el PLRA no tiene la menor chance de tener una cuota de poder en el 2018 si es que no llega unido a las elecciones. Por eso persiste en su intención de conversar con los 2 sectores en pugna, efranismo y llanismo, a pesar de que los primeros insisten en perseguir y patotear a los segundos.
La lucha de Pakova parece inútil y condenada al fracaso. Y esto no es una mera suposición sino que consecuencia del análisis de las actitudes de las que alardean los representantes del oficialismo liberal, quienes han declarado la guerra a sus correligionarios del Equipo Joven y no tienen empacho con insistir en suspender sus afiliaciones, a fin de evitar que pudieran competir en las internas de diciembre. Y esto lo hacen a pesar de que tanto el Tribunal Superior de Justicia Electoral como la Corte Suprema de Justicia ya han dictado resoluciones que dicen que los senadores llanistas no pueden ser castigados por haber apoyado el proyecto de reelección, en contra de la decisión de la convención.
Claro que es entendible la desesperación del vicepresidente del partido, puesto que sabe que la unidad es fundamental e imprescindible si es que se pretende que el PLRA figure aunque sea a los premios en el gobierno que asumirá el poder el 15 de agosto del año próximo.
Por eso aseguró que “hace tiempo que el efrainismo y el llanismo se pelean, pero la gente ahora necesita que el partido se una. Hay que dejar el lado el resentimiento y odio hacia otro sector; si hemos errado, borrón y cuenta nueva”.
Ledesma fue el primer perjudicado por la actitud hostil y dictatorial del presidente del PLRA, Efraín Alegre, quien lo puso como compañero de fórmula para las internas liberales del año pasado, utilizando su caudal electoral, y, una vez asumido el cargo, dejó de tenerle en cuenta absolutamente en todo. Porque así es como gobierna Efraín, de manera inconsulta y rodeándose de personas serviles y absolutamente funcionales a él.
Si bien durante los primeros meses, el legislador denunció los malos manejos del presidente partidario, ahora decidió enterrar el hacha en pos de un bien mayor, el posicionamiento del PLRA en el próximo gobierno. Por eso plantea una mesa de diálogo entre los 2 sectores más antagónicos, aunque nadie cree que esto tendrá alguna posibilidad de concretarse.
