ADN Digital
Artículos relacionados
En la reciente cumbre del Consejo Permanente de los países integrantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), realizada en Washington de los Estados Unidos de Norte América (EEUU), la posición paraguaya a través de su representante en dicho seno institucional, la embajadora Elisa Ruiz Díaz, fue la postura más clara y contundente en defensa de los derechos más elementales que pueda arropar a la institucionalidad de un país, en defensa del Estado de Derecho. Es ante la situación lamentable por la que está atravesando el país bolivariano, como la denominan a Venezuela.
Sin duda alguna, así lo interpretó, Luis Almagro, secretario general de la OEA, la admirable posición paraguaya del actual gobierno de la nación guaraní en su afán de la aplicación de la Carta Democrática que debe ser interpretada y aplicada como corresponde en el bloque del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), ante un inminente quiebre institucional, y que pueda apeligrar esta figura.
No olvidemos que por nuestro país bien o mal, se aplicó esta figura, y hoy el actual presidente del país caribeño, Nicolás Maduro está queriendo obviar la real aplicación en su gobierno de este magno elemento para la institucionalidad, pretendiendo retrotraerse a los viejos tiempos de la oprobiosa violación de los derechos humanos.
Esta posición paraguaya en el seno de la OEA, debe ser admirada, emulada y acompañada por los demás países integrantes de esta organización encargada de la defensa de la democracia en el mundo. El referéndum revocatorio debe ser aplicado para decidir la permanencia o la salida de Nicolás Maduro de la presidencia de ese país, si obran como corresponde. La solución constitucional, democrática y por sobre todo con espíritu pacifista debe primar en ese país hermano, cosa que se duda por los actos de exabruptos, galopantes y desesperantes provenientes del actual mandatario venezolano.
Venezuela está atravesando en este momento, en esta era democrática, la peor situación en su historia, que jamás se le habrá cruzado por la mente a su emblemático e histórico libertador Simón Bolívar, que tras el acto libertario e independiente al desprenderse de España, con el correr de las generaciones algún político de turno la pretendería nuevamente sumir al pueblo a la dictadura que le caracteriza a este gobierno con tinte de izquierda a ultranza.
Con esta postura clara y contundente de la delegación paraguaya en la reunión del Consejo Permanente de la OEA, celebrada en la ciudad del país de Norte América, no solo es un mensaje para Venezuela, sino también una posición clara para todos aquellos políticos coyunturales nostálgicos de la triste historia ocurrida en nuestro país, causantes de lutos, desgracia, disgregación mutilación de la familia paraguaya, quienes padecieron las peores desgracias de sus seres queridos por un gobierno verticalista y tenebrosa que se instaló en el Paraguay por alrededor de 35 años.
La intención bolivariana de Maduro que pretende imponer a su pueblo, la posición contrapuesta del gobierno nacional del Paraguay, es un claro ejemplo en que en nuestro país la Democracia a medida que avanza en el tiempo se debe ir perfeccionando, de manera a vivir en un real Estado de Derecho.
