ASUNCIÓN.- Negociadores de Brasil y Paraguay reabrieron las conversaciones en relación a la industria automotriz; con una peculiaridad, no es parte del acuerdo del Mercosur. Requiere acuerdo bilateral.
La mesa negociadora fue inaugurada en nuestro país por Gustavo Leite, ministro de Industria y Comercio (MIC) de la era Cartes, pero no pudo seguir debido a un condicionamiento brasileño: que se eliminen las importaciones de autos usados.
Esta vez, la misma institución, ahora a cargo de Liz Cramer, informó que “hubo autorización de Jair Bolsonaro de retomar las conversaciones”, y por fuera del Mercosur.
“Las negociaciones están en curso a través del Equipo Económico, ambos gobiernos están comprometidos a evaluar todas las aristas posibles y ello implica también la importación de autos usados”, dijo Cramer.
Hace un poco más de un año los importadores de autos usados se levantaron contra estas conversaciones y Leite había propuesto convertirlos en representantes de venta de las marcas de automotores, pero aparentemente no prosperó la idea.
Esta vez, Cramer estima que habrá avances en la continuidad, “y esperamos que sean antes de junio, nuestra intención es lograr traer industrias que ayuden a mejorar el uso de la energía eléctrica sobre el remanente que hoy no es utilizado”.
Hasta el momento, las industrias relacionadas al automotor llegaron a la instalación de manufacturas de autopartes para grandes marcas, en su mayoría de origen asiático y brasileño.
Hace menos de dos días se anunció la instalación de una fábrica de autopartes con una inversión de US$ 110 millones de la compañía brasileña HCSA en Hernandarias, que dará empleo a 800 personas de manera directa. Esta empresa trabaja con marcas como Scania y Caterpillar.