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Ni bien el oficialismo colorado pidió a la Contraloría General de la República una auditoría de los períodos de Mario Abdo Benítez y Robert Acevedo como presidentes del Senado, miembros del “grupete” entraron en corto y denunciaron un intento de amedrentamiento, aunque, de manera incoherente, repiten como loros que “el que nada debe, nada teme”.
ASUNCIÓN.- El pedido fue presentado ante secretaría de la Cámara de Senadores y deberá ser considerado en una sesión plenaria. El objetivo del mismo es que la Contraloría realice una auditoría de gestión financiera de las presidencias en los períodos 2015/16 (Abdo Benítez) y 2016/17 (Acevedo), lo cual no tendría que tener nada de raro en un Poder del Estado que funcione de manera institucional.
El oficialista Gustavo Alfonso justificó este pedido, indicando que los senadores deben dar ejemplo de transparencia en la administración de sus propios órganos y agregó que “vamos a comenzar por casa. Vamos a solicitar a la Contraloría que se constituya y realice una auditoría en forma, ayudándole a los administradores a corregir eventuales errores que pudieron haberse cometido”.
Pero bastó que esto adquiriera estado público para que los afectados reaccionaran con indignación. Abdo Benítez utilizó su cuenta en Twitter para desafiar a la auditoría, con el argumento de que “el que nada debe, nada teme”, muletilla que los demás repitieron como loros en sus cuentas privadas. Por supuesto, la primera en sumarse a la protesta virtual fue Desirée Masi, quien amenazó con pedir que se auditen las presidencias del oviedista Jorge Oviedo Matto y el liberal Blas Llano. Ambos pretendieron dejar picando la idea de que la intención de los oficialistas no era otra cosa que un intento de amedrentamiento, aunque no pudieron –o no quisieron- explicar cuál sería su objetivo.
El oficialista Alfonso dijo que si tanto dicen que no temen porque no deben, no deberían reaccionar de esa manera ante un sencillo y legal pedido de auditoría, salvo que, por alguna razón, se sintieran amedrentados.
