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ASUNCIÓN. Hay sectores políticos que llevan adelante una maquinación para atacar y perjudicar al Partido Colorado, y de eso formó parte el pedido de juicio político al presidente y al vicepresidente, que fue una farsa, según el ex fiscal general del Estado, Óscar Germán Latorre.
Afirmó que la intención era culpar al partido por los errores y actos de corrupción que salpican al gobierno de turno.
“El pedido de juicio político fue una farsa. Los que lo apoyaron sabían perfectamente que no era el momento oportuno para presentarlo y que no contaban con los votos necesarios para que la acusación sea formulada ante la Cámara de Senadores. La maquinación estaba dirigida exclusivamente contra el Partido Colorado, para hacerlo responsable de los errores y actos de corrupción que se endilgan al actual gobierno”, acusó Latorre.
Afirmó que “la gestión de la administración del presidente Mario Abdo Benítez ante la crisis sanitaria ha sido sumamente deficiente y carente de transparencia. Como consecuencia de esa ineptitud, hoy estamos sometidos a una incertidumbre absoluta con relación a la llegada de las vacunas, mientras los demás países del área ya llevan un proceso de vacunación bastante acelerado”.
Culpó al ex ministro de Salud, Julio Mazzoleni, por la calamitosa gestión administrativa en el sistema sanitario y recordó que “él no es colorado al igual que un buen número de altos funcionarios del Gobierno. El resultado de esa sesión de Diputados estaba cantado de antemano y también era evidente que el plan de atacar la sede de la Junta de Gobierno estaba previsto como el acto final de esa parodia”.
Durísimo, criticó la inacción policial en el atraco que sufrió la sede de la ANR y manifestó que “la actuación policial de ese día le costó el cargo a un excelente oficial como el comisario Francisco Resquín, quien fue sacrificado para disimular la responsabilidad del ministro del Interior, que tampoco es colorado. Para que esos vándalos y terroristas pudiesen actuar libremente, la Junta de Gobierno, y solo en ese día, no contaba con protección policial. Dejaron libre el camino para que quemaran el edificio sin importar que existieran personas adentro, peor aún, con capacidades disminuidas, que pudieron ser víctimas fatales”.
“Si los colorados no comprendemos lo que realmente ocurrió, es de esperar que el futuro político esté cargado de interminables situaciones como las vividas en esa triste jornada, que se extenderá a los domicilios de los dirigentes y afiliados, a quienes se reclamará por la ineptitud y los actos de corrupción de un gobierno que lejos está de ser colorado. Ese atraco criminal no debe quedar impune y es de esperar que el Ministerio Público, al menos esta vez, cumpla su deber de ejercer la acción penal pública para procesar y castigar a unos verdaderos terroristas”, concluyó.
