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CAACUPÉ. A pesar de estar en vigencia el “Plan de Levantamiento Gradual del Aislamiento Preventivo General en el distrito de Caacupé por la pandemia del coronavirus COVID-19″, y lo está hasta el 16 de diciembre venidero, aparentemente los devotos de la Virgen Serrana hacen todo lo que pueden para “pagar sus promesas”, anticipándose a controles más estrictos, e incluso llevan a sus chicos hasta la Basílica.

“Vamos a mantener una reunión con el ministro del Interior, también acompañados de la policía local, hablaremos sobre la organización y qué medidas podrían ser adoptadas”, dijo esta tarde el intendente de Caacupé, Diego Riveros, en diálogo con periodistas de la 730 AM.

“Es un gran dilema el que tenemos, la gente sigue trayendo a los niños a Caacupé, iremos evaluando todo, si se endurecen algunas medidas”, añadió el jefe comunal ante lo que parece una situación no prevista por las autoridades: si los fieles no pueden peregrinar en la primera semana de diciembre y durante la “Octava de la Virgen”, lo hacen antes.

Y esto termina generando, anticipadamente, lo que justamente las autoridades sanitarias querían evitar: presencia de menores de edad, adultos mayores y aglomeraciones.

“Vamos bien, lo único que falta es que la gente entienda más. Entienda que no debe traer niños y que debe utilizar tapabocas. Son cosas que no se están entendiendo y complica un poco”, ya decía Riveros ayer durante una entrevista con la 1080 AM.

“Falta que la gente sea más consciente y entienda del por qué se adoptan todas estas medidas, que es para resguardar la salud, Acá es ir observando día a día cómo va subiendo o bajando la cantidad de gente hacia nuestra ciudad”, añadía el intendente caacupeño, quien ya se declaró partidario de una Fase Cero sanitaria en la previa y el momento culminante de Caacupé 2020.