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ASUNCIÓN.- La agente fiscal Sandra Quiñonez convocó a los dos suboficiales de Identificaciones sospechados de “ayudar” al criminal argentino Íbar Pérez Corradi a obtener una cédula paraguaya con la identidad de una persona fallecida y el pasaporte.
Quiñónez indicó en contacto con la 650 AM este martes que ayer se constituyó en Identificaciones para adentrarse mejor en el caso con las autoridades, para seguir con las investigaciones en torno al caso del malviviente argentino buscado por la Interpol.
Los suboficiales David Nicolás Benítez Mendoza y Luis González González fueron los que ayudaron al extranjero para obtener cedula de identidad y un pasaporte a nombre de Walter Miguel Ortega Molinas, quien falleció hace 13 años.
“Uno de los implicados ingresó con su código a la parte de escaneo de la cédula del fallecido. La policía posee una clave para ingresar. Luego utilizó su huella digital para ingresar a su sistema, posteriormente carga para que vaya a las otras secciones. Él no cargó en el código de su regional porque era de Villa Hayes sino que ingresó (el documento) para que salga como de Asunción” indicó la fiscal del caso.
El segundo imputado está involucrado en la sección de huellas digitales. Explicó que no existían antecedentes, porque hace bastante tiempo falleció la persona. Entonces el encargado de la sesión no contaba con el historial y pasa a uno de los funcionarios, que hizo que la huella concuerde.
Algunas situaciones son muy técnicas, según explicó, por lo que las autoridades de Identificaciones se comprometieron a presentar un informe detallado de las actuaciones dentro de la institución, a modo de colaborar y ver el grado de responsabilidad de cada oficial en la elaboración del documento.
Según la representante del Ministerio Público, hasta el momento los uniformados se abstuvieron a declarar. Ambos serán convocados la próxima semana de vuelta.
“No se puede afirmar que ambos sean los únicos responsables. Si tengo que imputar a otras personas, voy a encarar el trabajo objetivamente. Prefiero reunir todos los elementos y luego ver la imputación”, manifestó Quiñónez.
El asesinato que convirtió a Perez Corradi en uno de los 10 hombres más buscados por la Interpol, fue cometido en agosto de 2008. En la localidad de General Rodríguez, Argentina, donde acribilló a los empresarios farmaceúticos Sebastian Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
El trasfondo del crimen según la policía argentina, fue un negocio de narcotraficantes (venta de efedrina) en el que Perez Corradi se consideró perjudicado por los tres farmaceúticos que finalmente fueron asesinados.
