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ASUNCIÓN.- Aunque en la Cámara de Diputados parece haber un acuerdo entre colorados oficialistas y disidentes, de aprobar el proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación 2018, tal como lo presentó el Ejecutivo, con muy pocas modificaciones, la madre de las batallas se prepara en el Senado, en donde, de nuevo, integrantes del “grupete” piensan objetar casi todo lo aprobado.
Según el líder de la bancada añetete de Diputados, Dany Durand, la intención del bloque es no boicotear la aprobación del PGN, a fin de evitar que se repita la historia del año pasado, cuando no hubo forma de que la ley quedara vigente, por lo que, hasta hoy, sigue vigente el presupuesto del 2016.
Reconoció además que al ser un año electoral, los diputados disidentes sienten que hay que cuidar las formas y no evitar que el proceso continúe de manera natural. Esto constituyó un gran alivio para la mayoría de la ciudadanía, aunque no todas las bancadas de la Cámara Baja coincidan con la misma postura, puesto que el oficialismo liberal sí anunció que cuestionará varios puntos del dictamen en mayoría de la Comisión de Presupuesto.
En el Senado, la cosa se presenta bastante diferente, ya que allí no se nota ningún espíritu conciliador, sino, por el contrario, la misma belicosidad que trabó el proceso el año pasado.
Disidentes consultados aseguraron que esperan que sus pares de Diputados hagan las modificaciones necesarias, a fin de que ya en la cámara revisora, el proyecto no tenga que sufrir cambios que hagan que deba retornar a la de origen. Al comentarles que la postura de los añetete de la Cámara Baja es no crear conflictos y aprobar sin grandes cuestionamientos el proyecto de diputados, respondieron que entonces sí ellos –los senadores- se verían obligados a introducir las modificaciones que pretenden, lo que alargaría mucho más todo el proceso, puesto que tendría que definirse la situación en una segunda vuelta.
La Ley General de Presupuesto debe estar sancionada y promulgada antes del 20 de diciembre, cuando se inicia el receso legislativo. Caso contrario, deberá seguir vigente el presupuesto del año anterior. Esto es lo que ocurrió el año pasado y lo que se pretende evitar ahora. Sin embargo, los senadores no se muestran muy dispuestos a evitar la misma situación, insistiendo en los mismos errores.
