El dirigente sindical, docente y político, Silvio Piris, y su discurso antisemita, al estilo nazi.
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Ni pidiendo perdón, Piris pudo ocultar su hilacha nazi

Aunque intentó minimizar el hecho con un superficial pedido de disculpas, lo cierto es que el secretario general de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP) y precandidato por el Movimiento Colorado Añetete a la Junta Departamental de Itapúa, Silvio Piris, no pudo borrar el hecho que demuestra su intolerancia y racismo, al referirse al diputado Hugo Rubín, de manera peyorativa, como “ese judío”.

ASUNCIÓN.- Parece que el leal a Mario Abdo Benítez piensa que para llegar a sus objetivos cualquier recurso es válido. Mientras hace campaña proselitista para obtener el cargo en la Junta Departamental, engaña a docentes de Encarnación, quedándose con su dinero, y se dedica a entorpecer el diálogo entre el gobierno y los maestros, Piris tiene tiempo para agredir verbalmente a quienes no apoyan su postura.

Cuando, el miércoles pasado, la Cámara de Diputados no aceptó el aumento salarial exigido por el sector educativo que está bajo su yugo, Piris se descontroló de tal manera que cometió uno de los peores errores que puede cometer alguien que aspira a un cargo público, decir algo políticamente incorrecto, atacando a una persona por su raza, religión o club de fútbol.

Fuera de sí, en un programa radial dijo: “Lo que yo quiero manifestar acá públicamente es la conducta cobarde de Hugo Rubín. Ese judío hoy se abstuvo, miserablemente, quiere ser otra vez senador y quién le va a votar a ese judío que vino a acá, en (sic) nuestro país a hacer riqueza y hoy no quiso apostar a la educación”. Además de la abierta agresión al diputado encuentrista por su raza, lo que no queda claro es qué quiso decir el añetete cuando lo acusó de venir al país a hacer riqueza, cuando que sabemos que los Rubín, por lo menos desde Humberto, son paraguayos. Salvo que para Piris, ser judío signifique ser extranjero.

Lo increíble es que, luego de la feroz reacción ciudadana sobre este “yapi” añetete, Piris pensó que podría solucionar su metida de pata con un ligero y superficial pedido de disculpas, diciendo que “me equivoqué, me expresé mal, lo acepto; cualquier ser humano se puede equivocar, más aun en un momento tenso”.

Fue tan torpe su intento de disculparse “ante la comunidad judía del país”, que en lugar de cambiar de tema, nuevamente atacó a Rubín, como si hubiera sido el único diputado que votó en contra del aumento que él, Piris, pretende y que no tiene nada que ver con el acuerdo que logró el Poder Ejecutivo con la mayor parte de la comunidad docente del país.

“NO ATACÓ SOLO A RUBÍN”

Varias agrupaciones sindicales se sintieron molestas por las expresiones de Silvio Piris al referirse de manera peyorativa a los judíos, y mucho más las que representan a los docentes, ya que el añetete es uno de sus voceros.

El profesor Reinaldo Figueredo, miembro de la comisión directiva de la Unión Nacional de Educadores (UNE), manifestó que, posiblemente, Piris no había dimensionado la gravedad de sus palabras; “no sé si el compañero Piris entiende lo que es el judío; es una condición religiosa y no tiene nada que ver con una cuestión peyorativa. No sé si dimensionó lo que dijo”.

Insistió con que “su exabrupto no fue de lo más feliz”. Y, aunque reconoció que, como sindicalista, lamenta que Rubín no haya apoyado el aumento a los docentes en el Presupuesto del próximo año, “eso no tiene que ver con su estado religioso. Si yo fuera él, me sentiría también de lo más sentido”.

“Aquí se utiliza la palabra judío para decir que es un bruto, que no cree en Dios, en las buenas cosas, que es casi un demonio. (Piris) habrá utilizado en ese sentido la palabra, pero no corresponde”, concluyó.

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