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ASUNCIÓN.- La debilidad del Poder Ejecutivo tras el escándalo del acta secreta, tiene como contracara un debilitado partido principal de oposición, según señala Camilo Filártiga, director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica.
“Dentro del PLRA hay dos facciones diferentes que prácticamente son partidos políticos deferentes. La oposición está con ese desafío de poder articular una agenda común”, expresó Filártiga a la emisora Cáritas.
El mismo señaló que esa división dentro de la primera fuerza de oposición, precisa acciones como la de diagramar coincidencias para la articulación de un política común, pero que con ese escenario ello se torna difícil.
La conducción partidaria del PLRA está liderada por Efraín Alegre, en tanto la principal agrupación disidente (interno) está comandada por Blas Llano, actual titular del Parlamento.
En la nucleación azul las posturas encontradas son aún más radicales que las que sostiene al exterior del liberalismo.
El político Felino Amarilla señaló que, en ese contexto, la mera hipótesis de que Blas Llano se encuentra en la línea de sucesión presidencial, causa “pánico” no solo a nivel partidario, sino nacional.
“Sería catastrófico para el país que Llano sea presidente”, había declarado Amarilla a la emisora Monumental AM.
Recordó que la noche en que estalló la crisis del acta secreta, los llanistas negociaban con el gobierno por cargos, para salvar a Abdo Benítez.
