IQUIQUE, Chile.- El papa Francisco, dedicó este jueves sus últimas horas en Chile a los inmigrantes, para lo cual viajó a Iquique, 1.930 kilómetros al norte de Santiago, donde exhortó a estar atentos para defender a los inmigrantes que sufren la precarización del trabajo, el abuso por ser indocumentados o por no conocer el idioma. Posteriormente se dirigió a Perú, donde realizará también una visita de tres días.
“Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos a perder la alegría de la fiesta”, añadió en alusión al primer milagro de Jesucristo que fue convertir, en una fiesta, el agua en vino, según las escrituras.
Agregó: “Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares. Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles ‘en regla’. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias”.
El pontífice llegó a Playa Lobito, en Iquique, donde inició un recorrido a bordo del papamóvil, hasta el lugar donde celebró su tercera misa campal en Chile, en su última parada local antes de seguir a Lima.