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La llegada de la primavera trajo consigo el periodo anual de las fuertes tormentas con granizadas y ráfagas de vientos que destechan casas, derriban árboles y columnas, dejando a paso destrozos. Cientos de familias de diferentes localidades ya fueron afectados por estos fenómenos en solo unas semanas. El calentamiento global y la deforestación, son algunos de los factores que posibilitan que los temporales sean cada vez más destructivos.
ASUNCIÓN.- El director de la carrera de Meteorología de la Facultad Politécnica de la UNA, Benjamín Grassi, explicó que actualmente “estamos en la época de tormentas” que inicia con el ingreso “de la primavera y es donde acontecen estos fenómenos”.
Agregó que los temporales generalmente son muy puntuales y vienen acompañados de ráfagas de vientos y caída de granizos, que terminan dañando el techado de las viviendas, derrumbando árboles y columnas del tendido eléctrico.
“Por un lado es época natural. Todos sabemos que el cambio climático está en marcha, que tiene sus causas en la actividad humana”, mencionó el especialista y añadió que esa situación “lo que hace es exacerbar las tormentas, le da más posibilidad de que sean fuertes y traigan más agua”.
Grassi mencionó que el otro factor que empeora la presencia de estos fenómenos climáticos sobre el territorio nacional son las actuaciones de los seres humanos. “La acción humana, que no está relacionada con el clima, se debe un poco a la infraestructura, la forma de construir casas, calles, etc., que parece ser que cada vez se hacen en forma más vulnerable”.
A todo eso también sumó la deforestación en regiones puntuales del territorio nacional. “La deforestación ayuda mucho para que las tormentas se desplacen más rápido” y sean más destructivos, indicó.
Comentó además que existen franjas más susceptibles de afectación por las tempestades. “La región Oriental, especialmente sobre la cuenca del (río) Paraná, son zonas de alta frecuencia de tormentas”, precisó Benjamín Grassi.
