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Monseñor Ricardo Valenzuela se despachó con virulencia contra la dirigencia política. “El pueblo está cansado de la falta de oportunidades, de la inseguridad en las calles, de los insaciables de poder y de dinero”, resaltó en una parte de su homilía en Caacupé, en la misa central de las festividades de la Virgen de los Milagros. Remarcó varias veces el “basta ya”, agregando “basta a la desvergonzada corrupción e impunidad”.
CAACUPÉ.- Esta vez el obispo de esta ciudad rompió con la temática que sus colegas del episcopado venían desarrollando a lo largo de la novena en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Monseñor Ricardo Valenzuela hizo su reflexión en medio de aplausos de la multitudinaria concurrencia en la plaza y en los alrededores del Santuario.
Desatacó que “se puede ser pecador, porque todos somos pecadores, pero no corrupto”, dijo y enfatizó: “El país está cansado de esta clase de autoridades, cansado de la injusticia, cansado de la falta de empleo, cansado de los egoístas que buscan solo su satisfacción individual, cansado de los que abusan del poder, de los que abusan y suprimen conciencias ajenas, cansado de los que abusan de los niños y jóvenes”.
Igualmente sostuvo que el pueblo “está cansado de los que enseñan a los niños y niñas a ir en contra de su propia naturaleza, cansado de la pornografía, de la delincuencia, de los secuestros y homicidios”.
Asimismo se refirió al tema droga, señalando que cada vez se observa más cultivo de las drogas y más creciente tráfico impune. “El pueblo está cansados de la corrupción sin límites que parece no tener fin y a eso le decimos basta ya“, expresó el prelado.
Una parte que incomodó bastante a los principales exponentes del gobierno, presentes en la misa, fue cuando el Ricardo Valenzuela se refirió a la enseñanza de la naturaleza. “Nos enseña que los árboles mueren de arriba hacia abajo, no hay árbol que empiece a morir de raíz. Sucede lo mismo en cualquiera de las instituciones, sea eclesial, política, castrense, policial o empresarial, etc. Las organizaciones mueren de arriba hacia abajo. Cuando el líder no es íntegro, no es honesto, se comienza a pudrir toda la estructura hacia abajo”.
Agregó que “si una persona llega a una empresa y ve que el vigilante es deshonesto, o que el cajero es deshonesto, es porque encuentra ciertamente jefes deshonestos; pues, sucede lo mismo, en cualquier nivel y cualquier institución”, enfatizó.
Habló también del malestar de la ciudadanía hacia varios de nuestros representantes (parlamentarios), “porque se han alejado de los temas centrales de la sociedad y llevan sobre sus espaldas serios cuestionamientos, cómo son el tráfico de influencias, las protecciones mutuas, los privilegios, salarios altos, mecanismos de presión, etc.”, indicó.
