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La causa abierta en contra de Alberto Ramírez Zambonini, miembro del TSJE; su amigo Manuel Radice y familia, y otros funcionarios de la Justicia Electoral está absolutamente paralizada en el juzgado del magistrado Hugo Sosa Pasmor. Desde que dio las medidas alternativas a la prisión a los implicados, no volvió a tomar ni una sola medida para proseguir con el juicio.
ASUNCIÓN.- Aunque diariamente se denuncian nuevos negociados en los que están involucrados Ramírez Zambonini y sus compinches Jaime Bestard y María Elena Wapenka, casi nadie ya recuerda que hay un proceso abierto por el esquema de planilleros en la Justicia Electoral.
De vez en cuando aparece alguno de los procesados pretendiendo alguna cosa absurda, como ocurre ahora con la esposa de Radice, Clara Silveira, señalada como asesora planillera que cobraba una fortuna sin trabajar, que está cansada de sus medidas alternativas y quiere viajar libremente, sin tener que pedir permiso a nadie, y de repente nos acordamos de esa causa que está allí, llenándose de polvo porque parece que el juez Sosa Pasmor está demasiado ocupado como para hacer algo al respecto.
Todo el proceso, desde la imputación de la fiscala Claudia Morys a Ramírez Zambonini, se cometieron errores. A la larga, esto pareció explicarse por el parentesco que tiene la agente del Ministerio Público con el abogado defensor del miembro del TSJE, Carmelo Caballero. Pero el juez no hizo nada por corregir esos errores y se limitó a establecer las medidas alternativas a la prisión que la Fiscalía sugirió, y “olvidó” dictar una orden de restricción para que el sujeto no pudiera acercarse a la Justicia Electoral.
Así que varios meses después de recibir sus medidas, Ramírez Zambonini sigue reinando en el TSJE, donde aún funge de miembro, a pesar de que el delito del cual se le acusa justamente lo cometió en la institución, a la que tanto ya perjudicó con sus abusos y negociados desde hace 21 años.
Pero Ramírez Zambonini no es el único soberbio y petulante en toda esta historia. La asesora viajera pidió viajar libremente al exterior y Sosa Pasmor apartó un tiempo de su apretada agenda y la convocó para el jueves pasado. No se presentó ni dio justificativo alguno. Posiblemente ella también estaba ocupada. Pero no hay ningún castigo para ella, ni para nadie. Este juicio no es más que un show.
