WASHINGTON.- El discurso de victoria en tono conciliador que ofreció el multimillonario candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, en los últimos días parecía evitar, al menos de momento, sus polémicos ataques de tono racial contra un juez estadounidense de ascendencia mexicana que lleva el caso contra la clausurada Universidad Trump, que fue propiedad del magnate. Los integrantes del partido Republicano buscan garantías de que el magnate mantenga la disciplina necesaria con vistas a la campaña frente a Hillary Clinton, por las elecciones presidenciales.
Trump puso en duda la imparcialidad del juez Gonzalo Curiel en la causa contra la Universidad por ser “mexicano” ya que asegura que actuó por “odio” hacia él. El episodio con él podría haber sido la mayor crisis de la campaña de Trump a la fecha y generó una oleada de llamadas telefónicas de republicanos preocupados por sus palabras, entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quienes expresaron la gravedad de la situación.
“Expliqué con exactitud mi parecer sobre ese comentario. Lo dije públicamente y en privado”, declaró Ryan en una entrevista difundida el viernes en el programa GoodMorningAmerica. “No sé qué opina él”, agregó en referencia a Trump. “Pero yo pienso, espero y creo que él va a mejorar el tono y tipo de campaña que va a seguir”.
Desde que emprendió su campaña, el multimillonario rechazó las peticiones de algunos de sus más cercanos colaboradores y miembros de su familia de que adopte un tono más “presidencial”.