Inicio / Editorial / Rodeados de criminales

Rodeados de criminales

La dramática situación sanitaria que sufrimos desde hace más de un año ha despertado la solidaridad de muchos ciudadanos, que han comprometido tiempo, esfuerzos y dinero en ayudar a quienes están en peor situación, primero con las ollas populares y ahora con la colaboración permanente a familiares de pacientes internados en los hospitales públicos.

Pero, lamentablemente, no todo es color de rosas, y la pandemia ha despertado también lo peor y más bajo de muchas personas que no tienen ni tuvieron ningún empacho en beneficiarse con la tragedia y buscar ventajas del tremendo caos al que nos tiene sometidos el Covid-19.

A los criminales que intentaron de todas las formas posibles enriquecerse con la desesperación, negociando la compra de insumos y medicamentos fundamentales para el tratamiento de los pacientes se suman ahora los sinvergüenzas que aprovechan cualquier recurso a su disposición para ser inmunizados a costa de los adultos mayores más vulnerables e indefensos ante la furia del virus.

Los primeros eran delincuentes asentados en la Función Pública; estos son personajes con algún poder político o económico que lo utilizan a su favor, consiguiendo la complicidad de funcionarios venales que están dispuestos a obtener algún beneficio económico aunque eso implique dejar fuera del sistema a los ancianos.

Hace poco estalló el escándalo de la vacunación VIP en Presidente Franco, presuntamente con la complicidad del gobernador de Alto Paraná, ya que el lugar donde se hizo vito con las vacunas era de su propiedad. Ahora son Mirtha Gusinky y otros políticos de variado pelaje que, vaya a saber cómo, lograron inmunizarse sin estar en el grupo etario correspondiente.

La Gusinky niega haberse vacunado pero desde el Ministerio de Salud confirman que su firma figura en la planilla. Por lo visto, ella y los demás badulaques pensaron que con lo que pagaron para evitar la espera como cualquier hijo de vecino, les cubría también la confidencialidad, pero se equivocaron y hoy se sabe lo que hicieron. Y la ciudadanía sabe que son unos sinvergüenzas que no merecen ocupar ningún espacio público nunca más, porque ya está harta de que los criminales sigan jugando con su destino y poniendo en riesgo su futuro.

Commentarios

comentarios

Mira también

Descarados

Aprovechar una desgracia que no solo destruye a una familia sino que golpea con dureza …