MINAS GERAIS.- Investigadores brasileños alertaron este martes de la posible aparición de brotes de enfermedades infecciosas, como dengue, fiebre amarilla y esquistosomiasis, en la región de Brumadinho, tras la rotura de una presa del gigante minero Vale que dejó al menos 134 muertos y cientos de desaparecidos.
Según un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculado al Ministerio de Salud, los cambios en el ecosistema, provocados por la ola de residuos minerales y agua que se precipitó desde la presa, pueden además agravar “problemas crónicos”, como hipertensión, diabetes y enfermedades mentales.
El derrumbe del dique de contención en Brumadinho, en el sudeste del país, ocurrió el pasado 25 de enero y deja ya 134 muertos y cientos de desaparecidos, según el último recuento de Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos, que continúan aún con las labores de rescate en busca de supervivientes y posibles nuevas víctimas.
Se desconoce con exactitud el daño medioambiental que producirán los millones de toneladas de lodo tóxico que avanzan por el río Paraopeba y otros arroyos que bañan la región, pero investigadores de Fiocruz, advierten que en el corto y medio plazo podrían impactar en la salud de la población próxima a la zona de la catástrofe.