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El derecho de la mujer a amamantar a sus hijos y de los recién nacidos a ser alimentados con leche materna es tan básico que no puede ser ignorado ni por las mentes más retrógradas del planeta. Sin embargo, por haber solicitado su aplicación, la teniente de Fragata Carmen Dolores Quinteros deberá guardar “arresto disciplinario” durante 45 días, según dispuso Justicia Militar y lo confirmó, en un fallo aberrante, la Corte Suprema.
ASUNCIÓN.- Lo único que pretendía Quinteros, como cualquier mamá del mundo, era poder amamantar a su bebé, lo que le era imposible por tener que cumplir guardia de 24 horas. Y lo único que debía hacer su superior inmediato o el comandante de las Fuerzas Militares si es que el primero no tenía la atribución necesaria, era levantarle la guardia mientras durara el tiempo de amamantamiento, que son pocos meses, porque tampoco es que los chicos lleguen a la adolescencia colgados del pecho materno.
Pero lo pidió, primero internamente, apelando a lo que dispone la Ley de Maternidad y apoyo a la Lactancia Materna, y no tuvo respuesta, así que decidió recurrir a un juzgado de Luque, con el mismo reclamo. Ni bien lo hizo se disparó una serie de alarmas en el estamento militar, no acostumbrado a considerar que sus integrantes son seres humanos y no solamente maquinarias que obedecen órdenes, sin cuestionamientos ni derechos.
El delito cometido por la teniente Quinteros fue el de pensar, a pesar de que se la acusa de desobediencia, lo que no le pueden perdonar es haber pensado y reclamado un derecho humano básico, incuestionable para nadie. Y por eso la condenó la Corte Militar a 45 días de prisión disciplinaria.
Hasta allí hasta se podría pensar que no hay nada demasiado raro porque todo el mundo sabe que los militares no se distinguen precisamente por sus luces, o por el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, lo que hace de este caso algo vergonzoso es que esa sentencia fue ratificada por nuestra Corte, la civil, la Suprema de Justicia, el máximo tribunal de la República y fue justamente una mujer, la ministra Miryam Peña, la impulsora de esta decisión y tuvo el voto en igual sentido de Luis María Benítez Riera, pero con la disidencia de Manuel Dejesús Ramírez.
Algunos dirán que 45 días pasan rápido y que en un abrir y cerrar de ojos Quinteros recuperará su libertad. Obviamente, después de 3 años de iniciado el caso, las presiones, los malos ratos y las amenazas que ella debió haber recibido superaron ampliamente la pena dispuesta. Sin embargo, una mujer no debería quedar ni una sola hora detenida por apelar a un derecho fundamental y básico, el de amamantar a su hijo.
