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ASUNCIÓN. El Ministerio Público tiene tiempo hasta fines de febrero para presentar la acusación formal en contra del matrimonio de Rodolfo Friedmann y Marly Figueredo, que hoy pasan sus vacaciones en una playa del Brasil, por haber obtenido “un permiso especial” para salir del país.
Aunque la imputación fue presentada el 31 de agosto, el fiscal Osmar Legal hasta ahora solo pudo tener la carpeta durante un mes, porque las reiteradas chicanas presentadas por los Friedmann incluyen varias recusaciones en su contra, la última de las cuales fue rechazada hace unos días, por lo que, de nuevo, Legal es el representante de la Fiscalía a cargo del expediente.
En una entrevista radial, Legal afirmó que tiene evidencias contundentes que involucran a Friedmann y Figueredo en el caso que tiene que ver con la firma Eventos y Servicios S.A. (ESSA), de la cual el exgobernador del Guairá aparece como principal accionista. Lamentó que el trabajo se corte a cada rato por las reiteradas recusaciones, pero se mostró confiado en que no prescribirá el caso, que es la intención de los imputados justamente con el constante chicaneo.
Reconoció que la ciudadanía piensa que ambos están impunes porque viajaron al exterior, pero insistió con que “el hecho de que ellos estén disfrutando de las medidas cautelares que se le otorgaron no significa que la causa haya terminado. Nosotros estamos reuniendo elementos y vamos a utilizar todo el plazo investigativo, pero nos desconectan demasiado con la recusación. Que ellos estén con medidas cautelares no quiere decir que estén impunes; ellos siguen imputados”.
Marly ya fue citada para indagatoria, pero en el caso de Friedmann, por ocupar una banca en el Senado, él puede decidir fecha y hora, por lo que se aguarda su respuesta.
En cuanto a las reiteradas chicanas, Legal expresó su deseo de que la Corte Suprema de Justicia analice la situación, porque “si una vez te recusan, vaya y pase, si consideran que hubo una falta de objetividad de parte del investigador, pero cinco o seis ocasiones en solo unos meses, ya hay una mala fe de los litigantes; ponen abogados de menor experiencia y los usan de satélite para hacer eso”.
