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El pleno de la Corte Suprema de Justicia ordenó ayer que el juicio oral a Alcides Oviedo Brítez, supuesto líder del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), previsto para la misma fecha en Concepción, sea suspendido y trasladado a Asunción. Fue en el marco de la investigación del secuestro de Arlan Fick. La petición fue realizada por el jefe de la Agrupación Especializada, comisario Carlos Cáceres, quien alegó falta de garantías. Ante esta situación, surge la gran pregunta, ¿a tanto llega la impotencia del Estado?
ASUNCIÓN.- Oviedo Brítez, líder del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), es acusado por secuestro, extorsión, extorsión agravada, apología al delito, frustración de la persecución y ejecución penal, terrorismo y asociación terrorista en el marco del secuestro de Arlan Fick, ocurrido entre abril y diciembre del 2014. Además, tiene otras causas, por lo que sigue guardando reclusión en la Agrupación Especializada de la Policía.
Ayer a las 08:00 debía de iniciarse el juicio, pero el jefe de la Agrupación Especializada, comisario Carlos Cáceres, manifestó que el cambio de lugar generó incertidumbre en el operativo de seguridad, por lo que pidió que se postergue la audiencia pública.
Ante esta situación, Oviedo Brítez, quien está recluido en la sede de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, no fue trasladado hasta Concepción, por lo que los magistrados decidieron suspender el juicio.
Sin embargo, la Fiscalía pidió que se arbitren los medios necesarios para que el juzgamiento se realice en el mismo día y la defensa de Oviedo Brítez se allanó al pedido.
Ante esa situación, los miembros del Tribunal de Sentencia, emplazaron a las autoridades encargadas de la seguridad, tanto la Policía Nacional como la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), a trasladar a Alcides Oviedo Brítez.
EL SECUESTRO
Según los antecedentes, la familia Fick Bremm participaba en la misa de Nochebuena, el 24 de diciembre de 2013. Mientras tanto, ladrones ingresaron a la casa familiar en Paso Tuyá, departamento de Concepción, y se llevaron varios objetos de valor, entre ellos una computadora con anotaciones del padre, don Álcido. Lo que no sabían era que aquel que parecía un robo más era en realidad el preparativo para lo que sería un largo calvario para la familia Fick Bremm.
El 2 de abril de 2014, miembros del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) irrumpieron en la casa de los Fick Bremm. Buscaban al menor de los hijos de la familia: Arlan. Don Álcido reconoció a uno de los líderes y ordenó a su familia esconderse en una habitación. La medida no representó mayor dificultad para los criminales, que consiguieron ingresar al recinto y ordenaron a Arlan que juntara sus pertenencias.
Mientras Arlan juntaba sus cosas en una mochila, los criminales procedieron a saquear la vivienda familiar y otra contigua, que aparentemente funcionaba como retiro. Ya en aquel momento, los criminales le anunciaron a Álcido que para poder ver de vuelta a su hijo debía pagar US$ 500.000 en concepto de rescate en un lugar que iban a convenir. El pago tuvo lugar apenas días después; además, fue obligado a repartir víveres por valor de US$ 50.000 entre comunidades pobres en carácter de multa. Arlan Fick fue liberado tras permanecer 267 días en manos del grupo criminal EPP.
