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Los representantes de los diferentes gremios de la producción, rechazan la “doctrina del odio y la violencia” y abogan por la paz y la tolerancia en el Paraguay. Los nucleados en la UIP, afirman que apoyan el diálogo con quienes no transgreden la ley, pero piden que el Ministerio Público impute a quienes, con fueros o sin ellos, hagan apología del delito e instiguen a la violencia.
El viernes último se realizó un acto en el local de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) en favor de la paz, contra la violencia, el odio y la xenofobia. Durante el encuentro se izó una bandera blanca y la tricolor con entonación del Himno Nacional, se soltaron globos blancos y algunas palomas blancas.
En la ocasión se leyó un manifiesto suscripto por más de 200 organizaciones. El documento sostiene que existe una campaña organizada de ataques al sistema democrático de vida.
La organización, en la nota, rechaza el discurso que desea imponer la lucha de clases y sentimientos xenofóbicos, que desde ciertos sectores políticos, organizaciones sociales o grupos buscan un alzamiento sedicioso. Además instigan mediante una arenga metódica la división de la familia paraguaya, violentando la propiedad privada, quemando cultivos y maquinaria, enfrentando a compatriotas hasta alcanzar niveles de confrontación social que ponen en riesgo la paz de la República.
Sin embargo, aseguran que apoyan el diálogo con quienes no transgreden la ley, pero piden que el Ministerio Público impute a quienes, con fueros o sin ellos, hagan apología del delito e instiguen a la violencia, fomentando el odio. Instan a los jueces a que condenen a los responsables y garanticen seguridad jurídica, asimismo instan a la Policía Nacional, que preserve el orden público, y que la aplicación de la ley sea igual para todos.
Esta reacción de los gremios surgió tras el ataque a un colono de la localidad de Yhú departamento de Caaguazú, en cuya ocasión grupo de supuestos sintierras le quemaron su sembradora.
La máquina sembradora fue rociada con combustible por los atacantes, quienes posteriormente decidieron prenderle fuego hasta dejarla totalmente consumida por las llamas. De igual manera, derramaron el líquido inflamable sobre los afectados amenazándolos con quemarlos vivos.
