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Esta semana será decisiva para el futuro de la alianza comercial entre ambos grandes bloques, Unión Europea y Mercosur. El último fin de semana se hizo cuesta arriba el sentido de las negociaciones debido a la reacción de grupos de poder tanto europeos como sudamericanos. El cronograma de esta cuarta ronda finalizaría el jueves 2 de marzo, aunque existen posibilidades que los informes que se den a conocer no serán definitivos, pero abrirán nuevas mesas de negociaciones a futuro. Pese las dificultades, el optimismo continúa según Phil Hogan, comisario de agricultura de la UE quien no oculta la confianza sobre la posibilidad que el tratado de libre comercio se concrete. “Creemos que el pacto se puede firmar en breve”, había dicho tras una reunión con los ministros de Agricultura de la UE.
ASUNCIÓN.- Todo esto en medio de fuertes presiones de la ultra derecha europea y de los agricultores franceses, irlandeses y polacos quienes aseguran que una eventual apertura de sus mercados para la producción agrícola sudamericana terminaría por destruir la producción de la UE.
Por otro lado, los cuatro miembros fundadores del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, reciben los reclamos de poderosos gremios industriales que exigen “más transparencia en las negociaciones con la Unión Europea”.
Estas realidades llevaron a ambos bloques económicos a cerrar puertas y mantener sus propias reticencias para firmar el acuerdo. Además de las presiones externas, los negociadores de la UE buscan establecer duras condiciones para abrir su mercado a los productos agropecuarios y al biocombustible del Mercosur, el cual por su parte recela de una posible invasión industrial y de servicios desde Europa que perjudique a los sectores locales.
Los manufactureros del Mercosur elevaron su voz de protesta ante los negociadores sudamericanos en la búsqueda de información que lleve tranquilidad a sus fábricas.
Estos movimientos se alzaron en paralelo a los agricultores europeos, desde el fin de semana ante el silencio absoluto de los negociadores.
PRESIÓN INDUSTRIAL
En ese marco, el Consejo Industrial del Mercosur, que integran la Unión Industrial Argentina, la Confederación Nacional de Industria de Brasil, la Unión Industrial Paraguaya y la Cámara de Industrias del Uruguay, hizo público un pronunciamiento en el cual exigen “la mayor transparencia posible en las negociaciones”. Agregan “que las partes establezcan plazos y condiciones para que los sectores afectados negativamente por el acuerdo puedan transformarse y continuar activos en el nuevo escenario”.
Desde la semana pasada y hasta este viernes, los negociadores del Mercosur y de la Unión Europea (UE) están reunidos en Asunción en busca de acercar posiciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio.
Eladio Loizaga, canciller nacional dijo el fin de semana que pese a las presiones que existen de los sectores interesados, tanto sudamericanos como europeos “tenemos un compromiso, de ambas partes, el de llegar a acuerdos al 2 de marzo”.
Los industriales se pronunciaron a favor de un acuerdo “equilibrado” que reconozca los niveles dispares de desarrollo de ambos bloques y, en especial, el impacto que tendrá sobre la industria del Mercosur.
Analistas destacan que existe el pesimismo propio de estas negociaciones, que impiden la firma de acuerdos comerciales “y esto es avalado por cerca de 20 años discusiones sin llegar a pactos comerciales”.
