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ASUNCIÓN.- El senador por el Frente Guasu Hugo Richer recordó que en dos ocasiones anteriores se permitió que legisladores juren en sus domicilios, pero fue debido a enfermedad y no porque el que debía asumir estaba en prisión.
El conflicto surge ante el hecho de que Rafael Esquivel, alias Mbururú, fue electo y proclamado senador por Cruzada Nacional, a pesar de que guarda prisión preventiva por un caso de abuso de un menor y otra causa. Aunque su defensa intenta lograr su libertad antes del 30 de junio, existe la posibilidad de que no lo consiga, por lo que es la misma cámara la que debe decidir qué hacer al respecto.
Lo primero que dijo Richer fue que le parece “aberrante que alguien con semejante proceso judicial encima, haya podido llegar a la senaduría sin ninguna impugnación en todo el trayecto, desde las internas hasta las generales”.
Sin embargo, en cuanto a lo que puede ocurrir, expreso que todo dependerá de los jueces de ambas causas, si lo mantienen en prisión o le conceden la libertad.
Partiendo de la base de que continúe tras las rejas para la fecha del juramento que será el 30 de junio, existe un reglamento interno que establece que, el titular del Congreso deberá enviarle una notificación para que se presente en el plazo de 30 días. Si no concurre, procederá una segunda por la que habrá un último periodo de 15 días. Transcurrido ese tiempo, perderá su banca y se hará correr la lista, según explicó Richer.
También mencionó dos antecedentes en los que, el pleno autorizó al presidente del Congreso a ir hasta el domicilio del senador electo, impedido de acudir por motivos de salud. Uno ocurrió en 1993 con un senador liberal, al que se le tomó juramento en su casa, ya que estaba enfermo y no podía asistir a la ceremonia. El segundo se dio en el 2018, con el legislador Pedro Santacruz. En la ocasión, también se autorizó al titular del Senado a cumplir con el trámite en el domicilio de Santacruz, sin embargo, finalmente no fue necesario, ya que el beneficiado se presentó, pero el permiso se concedió y quedó como precedente.
Sobre el punto, Richer enfatizó que, estas autorizaciones se dieron por motivos de salud, pero que, muy distinto sería pensar que se obrará de la misma manera para que alguien jure desde la cárcel.
