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ASUNCIÓN. Hace más de un año se sancionó en el Parlamento el nuevo régimen de jubilación médica, que permite que un profesional con 30 años de aporte y 60 de edad, pueda acceder al beneficio. La jubilación actual exige que la edad sea de 75 años, por lo que son muchos los que fallecen mientras siguen trabajando.

El Ejecutivo vetó la ley y rápidamente ambas cámaras del Congreso se ratificaron en su sanción, por lo que al gobierno no le quedó más remedio que promulgarla. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa, Hacienda encontró la vuelta para que la norma no entre a regir, y fue evitar su reglamentación por más de 12 meses, a pesar de las protestas, los reclamos y la desesperación del gremio médico.

Luego de que en junio pasado representantes del gremio médico se reunieran con el jefe del Gabinete Civil, Juan Ernesto Villamayor, surgió la posibilidad de que el Congreso sancione la reglamentación, y el compromiso de que el Ejecutivo aprobará la medida. Pero Hacienda sigue pataleando, con el argumento de que no hay recursos para esto y planteó que se pusiera en vigencia la nueva jubilación, pero excluyendo de su beneficio a quienes están cerca de la edad requerida, como una suerte de maligna no retroactividad. Eso significa que el nuevo régimen de jubilación beneficiaría solamente a los médicos jóvenes y no a los que llevan casi 30 años trabajando.

Ni los médicos ni los senadores están dispuestos a aceptar esta maniobra, por lo que los legisladores aprobaron el proyecto que reglamenta la jubilación de los médicos de todos los organismos y entidades del Estado. Ahora, solo queda esperar que el Ejecutivo cumpla con la promesa dada por Villamayor, y promulgue la ley sin ninguna objeción.