ADN Digital
Artículos relacionados
El tratamiento del veto presidencial del proyecto de ley que pretende condonar las deudas de los campesinos, fue postergado nuevamente ayer en la Cámara Alta. La sesión quedó sin quórum para tratar los cuatro últimos puntos, entre los que se encontraba la propuesta. Unos de los principales causantes de esta situación sería que los proponentes, en especial los legisladores del Frente Guasu, no reúnen los votos suficientes para el rechazo.
ASUNCIÓN.- Los senadores no lograron tratar el veto del presidente de la República, Horacio Cartes, al proyecto de Ley Nº 5.869/2017 “De rehabilitación financiera de los pequeños productores de la agricultura familiar campesina cuyas fincas no excedan las 30 hectáreas”.
Con solo 21 senadores, el titular de la Cámara Alta, Fernando Lugo (FG), tuvo que levantar la sesión por falta de quórum. El documento establece el “subsidio” de hasta G. 55 millones para cada campesino que tenga hasta 30 hectáreas, para el pago de sus deudas. Si bien, la Ley de Emergencia de la Agricultura Familiar ya fue promulgada, los labriegos esperaban que el veto de Horacio Cartes se rechace.
Según los antecedentes, esta legislación, que pretende pagar las deudas vencidas de 17.000 campesinos y que alcanzan un millonario monto, se aprobó en el Congreso durante las movilizaciones en Asunción de más de un mes de un sector de los labriegos. Posteriormente, hicieron lo mismo los parlamentarios de la Cámara Baja.
Sin embargo, el veto que se encontraba en el último punto del orden del día de la sesión extraordinaria de ayer, junto con otros cuatro anteriores, quedó en suspenso para tratarse en una nueva fecha a definir.
De acuerdo a los rumores, los promotores de la propuesta (el Frente Guasu) no reúnen los votos suficientes para el rechazo del veto presidencial. Pero también existe la versión de que si la Cámara Alta acepta el veto, es un hecho que la Cámara de Diputados haga lo mismo, con lo que quedará archivada la polémica ley.
Referente al tema, el senador Hugo Richer calificó como un “jueguito” la postura del Ejecutivo y que eso estaría repercutiendo negativamente para crear las condiciones de diálogo.
