ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.– Según el senador por el Frente Guasu Hugo Richer, el verdadero motivo por el cual el PLRA se opone a la reelección presidencial es porque, de darse, Efraín Alegre quedaría fuera de carrera. Recordó que tiempo atrás los liberales estaban conformes con la posibilidad del segundo mandato y aceptaban la idea de modificar la Constitución Nacional.
Richer coincidió con el presidente de Diputados, Hugo Velázquez, en que el Frente Guasu votaría a favor del proyecto de enmienda constitucional que permite la reelección presidencial.
El luguista cuestionó a los liberales que, por unanimidad de todos los movimientos internos, ratificaron su oposición a la reelección y los acusó de ser incoherentes porque hace unos años estaban de acuerdo con la misma.
Por lo que explicó Richer, la oposición del PLRA a la reelección no tiene nada que ver con los principios ni con la doctrina, sino simplemente porque, de permitirse un segundo mandato presidencial, Alegre, el presidente del partido, quedaría fuera de juego.
Posiblemente tenga razón en esto ya que la clara intención de Alegre es encabezar una concertación opositora en las elecciones de 2018, para enfrentar al Partido Colorado. No importa que el PLRA esté desacreditado y que históricamente haya quedado más que demostrado que sus dirigentes no convencen a la ciudadanía. Él quiere ser candidato y nadie le hará cambiar de opinión.
Sin embargo, en el supuesto caso de que se habilite la reelección presidencial, lo más probable es que Fernando Lugo vuelva a encabezar la concertación opositora lo que haría que Alegre quedara “fuera del cuadrilátero”, según expresiones del mismo Richer.
No necesariamente deben darse así las cosas. Si bien es cierto que no vemos a Alegre con capacidad de aglutinar las fuerzas de la Oposición, tampoco Lugo tiene el arrastre del 2008 y lo más probable es que ninguno de los dos esté en condiciones de encabezar una concertación.
Lo más probable es que la Oposición llegue al 2018 dispersa y dividida en varios grupos que, así, deberán enfrentar al Partido Colorado. Con reelección o sin ella, ya no hay un liderazgo claro en los sectores anticolorados, lo cual complica mucho más la chance que pudieran llegar a tener en las elecciones generales.
