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ASUNCIÓN.- El oficialista Juan Darío Monges dijo que el disidente Juan Carlos Galaverna es más sucio que una rata albañal. Este respondió acusando a su colega de ser abigeo. Todo empezó con el enfrentamiento entre ambos sectores por el tema de la emisión de bonos. Lo que queda claro es que el nivel de debate de la clase política está retrocediendo cada vez más.
En la sesión del Senado, del jueves pasado, luego de que se aprobara la declaración en la que el pleno insta al Ejecutivo a seguir los mecanismos legales y constitucionales y evite emitir bonos soberanos, Monges acusó a Galaverna de recibir mensualmente 100 mil dólares del presidente Horacio Cartes, a cambio de aligerar sus críticas hacia el gobierno.
Aunque luego de ser atacado el disidente no reaccionó de manera furibunda como nos tiene acostumbrados, ya horas después aseguró que era tan absurda la acusación que ni siquiera merecía una respuesta, a pesar de lo cual no desperdició la ocasión para acusar a Monges de ser un “cuatrerito”.
“Mientras la cantidad de ganado disminuye en los campos vecinos, aumenta en los suyos, lo que significa que tiene alguna habilidad especial”, dijo Calé, intentando distraer la atención y no refiriéndose al fondo de la cuestión, que era la acusación de Monges de que HC le paga mensualmente una gran cantidad de dinero para que no le critique.
Claro que al enterarse de las acusaciones del disidente, Monges reaccionó rápidamente y afirmó que “una rata de albañal es más limpia que Galaverna”.
“Desde siempre Calé recibió dinero de parte del jefe de Estado. Es más, cuando se atrasan en el pago el propio Galaverna llama para reclamar por el atraso. Él cree que está por encima de todos porque siempre estuvo bien con el poder”, dijo Monges.
Sobre las acusaciones de robo de ganado, el oficialista respondió que “yo no tengo una cadena de denuncias en mi contra, llevo una vida tranquila y estoy seguro que no podrán demostrar nada relacionado con abigeato o cuatrerismo en mi contra”.
Lo único que queda claro es que los enfrentamientos entre los actores políticos son cada vez más pobres y violentos, sin propuestas de ninguna clase.
