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ASUNCIÓN. El Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNNP), dependiente del Ministerio de Trabajo, hizo un llamado a licitación el 17 de marzo pasado, ya en plena alerta hospitalaria y con la declaración de cuarentena, para la adquisición de 130 equipos biométricos con huella dactilar por 643.500.000 guaraníes, y esta mañana fue adjudicada una empresa.

A esto se suma otra licitación, de Conatel, para la compra de drones “para el sistema de medición de espectro radioeléctrico” de la entidad, por un monto de 14 mil 400 millones de guaraníes.

Mientras el presidente de la República y el ministro de Salud son percibidos como héroes por la ciudadanía, por su firme decisión en la lucha contra la propagación del coronavirus, estas decisiones oficiales, que necesariamente deben tener el aval del Ejecutivo, contradicen todo lo actuado y les juega en contra a los conductores de esta crisis.

Es poco probable que en la crítica situación sanitaria actual, el SNPP tenga necesidad de comprar relojes biométricos para controlar a funcionarios que, en realidad y de acuerdo a las medidas de aislamiento adoptadas, deberían quedarse en sus casas, o que Conatel tenga mucha urgencia en su sistema de medición del espectro radioeléctrico cuando que ahora lo que se mide es la cantidad de contagiados por el Covid-19.

El Ejecutivo aplica descuentos salariales a funcionarios públicos, pretende que el monto de los royalties sea destinado, en un 50% al sistema sanitario. Resulta lógico pensar que 14 mil millones de Conatel o más de 640 millones de guaraníes del SNPP resultarían más que necesarios para enfrentar a la pandemia.

A lo mejor en alguna otra circunstancia estas compras hubieran sido necesarias, pero en este momento, definitivamente, no son prioritarias.