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ASUNCIÓN. Cada vez parece más evidente lo que habíamos anunciado semanas atrás, que la definición sobre la mesa directiva del Senado se dará recién después de las internas del próximo domingo. Hasta ahora, ni los candidatos colorados ni los de la oposición tienen asegurados los 23 votos necesarios para acceder a la Presidencia de la cámara.
Al comienzo de las conversaciones, el actual titular, Óscar “Cachito” Salomón pretendía su reelección con el mismo acuerdo que lo llevó a la Presidencia, con el Frente Guasu, el PDP y los liberales independientes. Pero con el transcurrir del tiempo decidió apostar por sus correligionarios, más que nada al ver que los opositores estaban más interesados en algún candidato de su bloque, como Fernando Lugo o Víctor Ríos.
En cuanto a los colorados, varios tiraron la toalla durante las duras negociaciones, por lo que ahora solo quedan Cachito, Arnaldo Franco y Lilian Samaniego, aunque observadores aseguran que la definición se dará entre los dos primeros. El mismo Salomón anunció que la idea es que quien entre ellos tenga las mayores posibilidades contará con el apoyo de los 17 republicanos.
Claro que aunque esto se consiga, todavía seguirán faltando 6 votos, por lo que negocian con los 3 de Patria Querida y los 2 de Hagamos y no pierden la esperanza de sumar algún apoyo en el llanismo. Es probable que se consigan los votos de las 2 primeras bancadas, que se sienten ninguneadas por el resto de la oposición, que no les tiene en cuenta en sus negociaciones. En cuanto al Equipo Joven, todavía sangran por la herida al no conseguir que la candidatura de Blas Llano prendiera entre sus propios correligionarios de la bancada independiente y en el Frente Guasu.
Cada año las negociaciones por la mesa directiva del Senado requieren de tiempo y cintura, ya que ningún bloque tiene mayoría propia, a diferencia de lo que ocurre en Diputados, por lo que, necesariamente, las decisiones se toman con acuerdos políticos con otras bancadas.
Sin embargo, este año la situación está aún más complicada porque hay más intereses en juego que de costumbre. Hay varios cargos que deberán ser renovados en este período: 1 ministro de la Corte, 2 miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral, el contralor general de la República y el defensor del Pueblo. Además, la pésima gestión del gobierno de Mario Abdo Benítez en tiempo de pandemia hace que la posibilidad de un juicio político esté siempre en la mesa de negociación, lo que hace que el nuevo presidente del Congreso, al estar en la línea de sucesión, tenga serias chances de llegar a la primera magistratura del país. Y por esto, definitivamente, la ANR no quiere un opositor al frente de la cámara.
De acuerdo a varios observadores, quien más posibilidad tiene de lograr el voto de los 17 colorados es Franco, propuesto por Honor Colorado, ya que los oficialistas no olvidan que Cachito prefirió acordar con la oposición para llegar al cargo, y durante su mandato, abiertamente benefició a sus integrantes.
