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Sin competidores

La intención de Mario Abdo Benítez pareciera ser quedarse con la candidatura colorada a la Presidencia de la República a cualquier precio y para ello está dispuesto a transar con el mismo demonio para sacar del juego a su contrincante.

Esto podría extrañar a cualquiera que haya creído en las encuestas recientemente publicadas en los “medios amigos”, que dicen que el disidente gana por varios cuerpos al precandidato de Honor Colorado, Santiago Peña. Si esto tuviera algún viso de realidad, Marito tendría que estar tranquilo y disfrutar de una campaña proselitista relajada y optimista.

Pero no; lo cierto es que la realidad es tan diferente a lo que pintan esos números, que Marito necesita recurrir a caminos oscuros para ganar lo que por la vía legal y limpia no podría.

Y, por lo visto, descubrió que la mejor forma de ganar las internas de diciembre es no teniendo contrincante, por walkover. Por eso ahora anuncia que intentará inhabilitar a Peña, supuestamente porque su afiliación al Partido Colorado fue irregular.

Lo que dice Marito es que la precandidatura del oficialista viola el estatuto colorado, que exige que el candidato a presidente de la República por el partido debe tener, como mínimo, un año de antigüedad como afiliado. Resulta que la afiliación de Peña fue aceptada por el Tribunal Electoral en noviembre del año pasado y la inscripción de las precandidaturas debe realizarse este mes.

Parece que el añetete no capta es que el estatuto colorado dice que el candidato del partido debe tener un año de antigüedad y no el precandidato, y Peña, en caso de ganar las internas, recién se convertirá en candidato el 17 de diciembre, más de 1 mes después de cumplir un año como afiliado.

Pero esto no es lo importante en esta actitud de Marito, que, en realidad, lo que demuestra es su bajeza moral y su gran temor de perder las internas. Por eso quiere embarrar la cancha sacando a su rival, impidiéndole competir con absoluta libertad.

Lo peor que puede hacer un jugador con verdadero espíritu deportista es querer ganar por walkover, eliminar al rival de manera sucia y retorcida.

Lo más probable es que el intento de impugnar la precandidatura de Peña no tenga ninguna posibilidad de éxito puesto que las reglas están claras y es más que obvio que el oficialista no viola ninguna norma al postularse por Honor Colorado. Así que lo único que quedará en evidencia es que Abdo Benítez intentó evitar la competencia y el libre juego.

A poco más de 3 meses de las internas partidarias, las diferencias entre las campañas de los 2 precandidatos colorados son cada vez más abismales. Peña es aglutinador y el entusiasmo de las bases va en aumento. Mientras, Abdo Benítez sigue buscando la quinta pata al gato, buscando embarrar la cancha de cualquier manera, sin darse cuenta de que a medida que insiste con este modo de hacer política, viejo, gastado y desprestigiado, va alejándose cada vez más de la meta.

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