ADN Digital
Las elecciones generales ya están a la vuelta de la esquina. Demás está decir que son vitales, cruciales, para el futuro del país. Se elegirá nada menos que al próximo presidente de la Republica, diputados y senadores que manejarán el nuevo Parlamento durante cinco largos años, a gobernadores de todos los departamentos, con sus juntas respectivas, parlamentarios del Mercosur, etc.
Se renovará de arriba abajo los poderes Ejecutivo y Legislativo, en todos los ámbitos. Se sabe por supuesto que son poderes claves, de los mismos depende que se hagan bien las cosas, que no haya corrupción ni favoritismos, ni clientelismos, etc, tenemos tantos años de malos ejemplos que no se puede pensar en una renovación perfecta, sino apenas con parches, para ver si se van arreglando de a poco las cosas.
Llega el momento de votar. Hay que aprovecharlo. No dejarse llevar por emociones, sino por razones. No por los trapos de colores, sino por la ejecutoria, el ejemplo de vida que han tenido hasta ese crucial momento, todos los candidatos. Votar por los honestos, a los capaces, los trabajadores, los candidatos no salieron de la nada, tienen una trayectoria, muchos de ellos en cargos públicos, evaluarlos allí, lo que hicieron, porque de acuerdo a los sociólogos, eso es lo mismo que harán en el futuro. La gente no cambia, dicen.
En realidad, el gobierno de Horacio Cartes dejará la vara muy alta. Fue para nosotros el gobierno más constructivo en todos los órdenes en la historia del Paraguay moderno.
Pese a la leyenda negra que tejió en torno suyo el dueño de ABC, a quien HC le sacó la mamadera de Itaipú, por lo cual no le perdonó nunca, las obras están, son visibles, en todos los frentes, el país se ha transformado, hasta hay zonas prácticamente irreconocibles…surcadas por grandes viaductos, túneles, rutas y magníficas obras de infraestructura.
HC dejará no solamente obras materiales, también impulsó toda una cultura anticorrupción, ordenó que lo “público sea en público” y lo hizo cumplir a rajatabla.
Este es el gobierno, por decirlo en palabras gruesas, que no robó institucionalmente, donde no hubo corrupción apañada desde las esferas públicas. Aunque usted no lo crea.
Se debe sufragar también por quien dé continuidad a este trabajo. A quien tenga posibilidad de hacerlo asimismo.
La oferta está cantada. La propuesta de Mario Abdo Benítez es la más cercana y la más viable. La otra, que menos mal fracasa en todas las encuestas, está encabezada por alguien que se aplazó rotundamente en la función pública. Conocido por sus “paladas iniciales” y la “Ruta de la Mentira”.
Ante las urnas se debe hacer lo correcto. Sin duda. Sin romanticismos de ningún tipo. Un retroceso como el que se tuvo con gobiernos de la oposición, en el pasado, sería absolutamente una tragedia para el país.