ASUNCIÓN.- Hay gente que está decidida a tomar del pelo a las personas. Silvio Ovelar dijo ayer que si Bernardo Villalba pretende hablar de ética judicial es “lo mismo que yo quiera hablar de transparencia electoral”.
Resulta que en las últimas elecciones generales, Ovelar fue filmado comprando votos, por lo que se lo conoce como senador trato apu’a. Y esto, en lugar de darle vergüenza, le hace reír y lo utiliza para burlarse de todos nosotros. No solamente no tuvo ningún proceso penal, sino que, además, se mata de la risa.
Villalba había denunciado al grupete de disidentes y opositores que organizan un golpe en contra del gobierno para evitar la enmienda. Según Beto Ovelar, el oficialista “no tiene autoridad moral porque tiene vínculos con los narcotraficantes, es abogado de narcotraficantes”.
Lo cuestionable de este sincericidio del disidente es que se burló del Estado de Derecho y de las leyes vigentes. Si lo que pretendió fue hacerse el simpático, lo que hizo realmente da vergüenza.